El Obispo de Sant Feliu de Llobregat (España), Mons. Agustín Cortés Soriano, advirtió que el cristiano que quiera "excluir el diálogo o el martirio de su vida o de su predicación no será de Jesucristo" pues "a veces el amor pide la apertura paciente del diálogo" y a veces "demanda jugarse la vida confesando la fe".
En una carta pastoral con motivo de la próxima beatificación de 498 mártires de la persecución religiosa en España, el Prelado señaló que "nuestra vida en la Iglesia y por tanto en el ministerio sacerdotal y episcopal, se desarrolla en la tensión entre dos polos: el diálogo y el martirio" que son "realmente virtudes".
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En el documento, Mons. Cortés indicó que "tanto el diálogo como el martirio cristianos no son sino realizaciones en el mundo y la historia nuestra del más perfecto amor de Dios" y puso como ejemplo a Cristo a quien "el Espíritu Santo" hizo "manifestase en el Jordán y en el Tabor", que "hablase y escuchase a la gente" y "le llevó al desierto y a la cruz".
Para el Prelado ni el diálogo es una práctica de moda, dictada por la debilidad o el miedo; ni el martirio un gesto fundamentalista o un comportamiento cobarde o resignado.