En un documento emitido el 20 de septiembre, los obispos de Costa Rica instaron a sus conciudadanos a votar ética y responsablemente en el referendo por el Tratado de Libre Comercio (TLC) que se realizará el próximo 20 de octubre.
Luego de considerar "necesario invitar a todos los y las costarricenses a participar en el referendo del próximo 7 de octubre", los prelados explican que el TLC "no puede justificarse solo como el beneficio de unos pocos, sino el de todos los grupos ciudadanos. Por eso, su calidad ética está definida por su contribución al bien común de la sociedad, es decir, de todos los que la integran, no solo el de algunos, y ni siquiera únicamente el de la mayoría".
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"En esta concepción de desarrollo, que es la que la Iglesia ha venido proponiendo en su Magisterio Social, son elementales no solo los principios de eficiencia, competitividad y productividad, sino también, y de manera prioritaria, los principios de justicia, equidad, solidaridad, opción preferencial por los pobres, libertad, autonomía, participación, diálogo y respeto por el ambiente", recuerdan.
Seguidamente plantean los cuestionamientos que toda persona debe hacerse antes de votar el 7 de octubre: "¿Corrige o aumenta la creciente brecha social y económica interna?, ¿Ayuda a eliminar o deja inalterables las raíces de la pobreza?, ¿Fortalece o debilita la capacidad nacional para decidir con autonomía sobre el propio desarrollo?, ¿Quedan los productores costarricenses más fortalecidos o más vulnerables frente al socio comercial?; y ¿Respeta la vida humana tal como se estipula en nuestro ordenamiento jurídico?"
Tras precisar que "no nos corresponde decir si hay que votar sí o no en el referendo" porque eso corresponde a los laicos, los prelados costarricenses exhortan a que "una vez realizado el referendo, exhortamos a todos los sectores a respetar nuestro estado social de derecho y a aceptar el resultado con madurez y serenidad, de tal manera que se evite todo aquello que pueda amenazar la paz social".
"Ponemos en manos de Nuestro Señor Jesucristo, Príncipe de la paz, y bajo la protección de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona y Madre de los costarricenses, este referendo que por primera vez celebramos en nuestra querida Costa Rica", finalizan.