El Obispo maronita de Byblos (Líbano), Mons. Béchara Räi, condenó enérgicamente el reciente atentando en Beirut que costó a la vida a nueve personas, entre ellas la del diputado Antoine Ghanem, diputado cristiano de la mayoría, que iba a tomar parte de las elecciones presidenciales la próxima semana en el Parlamento.
Para el Prelado, los responsables de la muerte de estas nueve personas en el barrio cristiano de Sin-El-Fil "están buscando eliminar, cuanto les es posible, a quienes conforman la mayoría que se opone a Hezbollah. Los asesinatos en dos años han sido catorce o quince y han tenido como objetivo a miembros de la mayoría. Entonces están buscando eliminar votos antes del día de las elecciones".
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Tras comentar que detrás del atentado están "todos aquellos que no quieren la estabilidad de El Líbano", Mons. Räi recordó que "en nuestro país, pagamos un conflicto regional que existe, pero que se encuadra en una estrategia internacional. Nosotros no tenemos que pagar por otros".
"Cada vez que parece que se avanza un poco, con la esperanza de salir de este infierno del terrorismo, se vuelve a comenzar todo de nuevo" dijo el Obispo y explicó que "el pueblo y el país entero están pagando el precio mayor. Porque estas personas no están haciendo bien al Líbano: ni al pueblo ni al Estado".
Seguidamente, el Prelado destacó que "los libaneses no quieren más este sistema de vida, este modo de conducir la política. Existe una disgregación social, una disgregación económica y política. Y esto es una hemorragia. El pueblo está por tierra en todos los niveles y la emigración continúa".
Finalmente, Mons. Räi exhortó a todos los libaneses a "pacificar los corazones y mantenerse siempre en la fe para reconstruir la unidad. Pero el llamado más grande no es para el pueblo", ya que éste es para "los gobernantes y políticos. Detener lo que sirve para la destrucción del país, solo para obtener intereses personales, ya sean regionales o internacionales".
Por su parte, el Director de las Obras Misioneras Pontificias del Líbano, P. Paul Karam, advirtió que "los enemigos del Líbano no quieren ver un presidente fuerte, que logre consenso en su entorno. No quieren un país pacífico y democrático. Como cristainos no debemos tener miedo ni perder la esperanza confiada en el empeño de la comunidad internacional y Europa".
El parlamento libanés está dividido en dos: una mayoría compuesta por cristianos, drusos y sunitas antisirianos; y una oposición dominada por el grupo extremista musulmán Hezbollah. Con este atentado, ya son ocho los miembros de la mayoría que son asesinados en el lapso de dos años, entre los que también están el ex Premir Rafiq Hariri, y el ex Ministro de Industria Pierre Gemayel, asesinado en noviembre de 2006.