El centro valenciano Oikos, dependiente de la orden de los Dominicos, ofrece terapias a familias cuyos hijos son parte de las pandillas juveniles, entre ellas las conocidas como “Latin Kings”.
Oikos cuenta con un equipo de psicólogos, pedagogos y abogados, para atender a una decena de adolescentes y jóvenes, desde los doce años, que conforman pandillas como los “Latin kings”, que provienen en su mayoría de América Latina, algunos de Europa del Este y España. “La mayor parte chicos, aunque también hay alguna chica”, explica la directora del centro, Inocencia Rincón.
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El objetivo principal de las terapias, que duran entre seis meses y dos años, es que “los chavales abandonen ese tipo de grupos”. Además, el programa “profundiza en las causas de la integración en esas bandas y trata de dar pautas para que los jóvenes no reincidan”, explicó Rincón.
La marginación que sufren y el no tener a sus padres en casa porque trabajan todo el día, entre otras razones, hace que los jóvenes “vean en las bandas grupos donde socializarse, sentirse seguros y dar cauce a sus frustraciones, muchas veces con actos delictivos”, dijo la directora de Oikos. De hecho, “en muchas ocasiones los padres acuden a Oikos cuando los responsables de servicios sociales les han dado un ultimátum para que sus hijos abandonen esas actitudes”, precisó Rincón.
“La experiencia nos dice que la ayuda de un equipo de mediadores hace que afloren muchos sentimientos ocultos, que se expresen de mejor manera y que, al final, la mayoría de casos, tanto los de los jóvenes integrados en bandas como los de parejas en crisis, acaben con la salida de los grupos o con una reconciliación”, finalizó la directora.