El Papa Benedicto XVI llamó a las cerca de 40 mil familias participantes de la 18º Peregrinación al Santuario de Torreciudad, a regenerar la sociedad viviendo aquellos valores infundidos a los esposos en el sacramento del matrimonio y educar a los hijos “en la fe y en aquellos valores y virtudes humanas y cristianas que contribuirán eficazmente al bien de los demás y al propio”.
En el texto, enviado durante su visita a Austria, el Pontífice también pidió poner a Dios “en las profundas relaciones que constituyen la familia, ya que el alma de las mismas y su fin último es el mismo Creador y dueño absoluto de la vida”.
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“Optar por Dios será siempre apreciar la vida, respetar su inviolabilidad y custodiarla como coherente actitud y compromiso con este primordial don de su gracia”, afirmó.
Benedicto XVI animó a los peregrinos a contrarrestar “el hedonismo y el relativismo imperantes” a través “del compromiso profético inherente a la familia como Iglesia doméstica, con activa disponibilidad y generosa entrega, anunciando el evangelio de la vida, especialmente donde ésta es insidiosamente manipulada o dolorosamente despreciada”.
Finalmente, a través del Nuncio Apostólico en España, Mons. Manuel Monteiro de Castro, el Papa imploró la intercesión de Santa María e impartió a los asistentes la bendición apostólica.
La familia: imprescindible para sociedad e IglesiaPor su parte, durante la Misa celebrada en la explanada del santuario, el Prelado del Opus Dei, Mons. Mons. Javier Echevarría, se refirió al lema del evento: “La familia, santuario de la vida”; y destacó la importancia de esta institución para la sociedad y la Iglesia, por ser “el ámbito de la formación integral y de la transmisión de la fe” a los hijos.
Mons. Echevarría señaló que la fe es incompatible con ciertos estilos de vida que se quieren imponer en la sociedad de hoy, “en que las realidades de la familia y del matrimonio, de un hombre con una mujer, se encuentran sometidas a grandes peligros y amenazas”, y que por tanto siempre es “ocasión de demostrar con las palabras y con los hechos la grandeza de las verdades fundamentales”.