El Arzobispo de Mérida, Mons. Baltazar Porras, advirtió que la reforma constitucional promovida por el Presidente Hugo Chávez busca hacer de Venezuela una república socialista en la que el que no está de acuerdo es declarado enemigo, forzando "a la población a tener que aceptar una única manera de ver las cosas".
En declaraciones a Unión Radio, el Prelado señaló que esto aumenta "mucho más la confrontación" entre venezolanos y excluye a una parte de la sociedad por el solo hecho de pensar distinto.
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Por ello, afirmó que el documento que están preparando los obispos girará alrededor de que la Constitución "tiene que ser expresión de toda la sociedad" y no de una mayoría circunstancial, e indicó que hacer que el nuevo texto sea votado en conjunto y no por partes expresa "la negación de la participación", que es que los ciudadanos puedan opinar de diversos puntos de forma distinta.
Mons. Porras recordó que ya antes de la aprobación de la Constitución de 1999, los obispos emitieron un documento que expresó una serie de dudas y postulados que se repiten en el pronunciamiento de julio, "ya que la propuesta de reforma (constitucional) del mes de agosto no tuvo ninguna novedad con respecto a todo lo que era anunciado".
El Arzobispo también advirtió que las recientes divergencias entre diputados oficialistas muestra que existe "una rueda de molino que se traga todo porque no puede haber ni siquiera opiniones, ni siquiera disidencia. Solamente se está para acatar y eso está en esa concepción militarista. No tenemos ciudadanos, sino soldados que sencillamente acatan y cumplen las órdenes".
Finalmente, tras sumarse a la denuncia de profesores sobre el adoctrinamiento de los niños por medio de libros impuestos por el Gobierno y de talleres dirigidos a docentes, el Prelado llamó a los venezolanos a analizar el contenido de la reforma.
"Tenemos que tener una educación para una sociedad plural y en esa sociedad ir encontrando los consensos necesarios que son difíciles de conseguir, pero no imposibles", expresó.