El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, recordó que todo "joven y todo hombre, toda persona que se empapa de Cristo se convierte en un testigo excepcional de Él y a la vez el que lo ve comprueba que es un modelo que merece la pena vivir".
Al reflexionar sobre la audiencia que el Papa Benedicto XVI concedió a los participantes de la Misión Joven de Madrid el pasado 9 de agosto, el Purpurado dijo que el Santo Padre animó a los jóvenes de la Misión Joven "a seguir en la misión emprendida" pues evangelizando "ellos mismos se convertían en otros Cristos".
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Tras comentar que fueron a Roma "con el ánimo de continuar la Misión el año que viene, profundizando y ahondando en el contenido y sentido de la misma", el Cardenal Rouco animó a los jóvenes a "continuar anunciando al Señor en Madrid, porque hay muchos jóvenes que aún les tiene que llegar la primera noticia de la Misión", pues éste es uno de los frutos del encuentro con el Papa.
El Cardenal señaló que "los que vivieron la Misión más directamente se sentían impulsados a lo que les decía el Papa, a volver a descubrir y ahondar el trato con Cristo. Dejar que Su vida entre en contacto directo con su vida, esa especie de necesidad, que los clásicos llamaban la vida interior, la vida espiritual, la vida cristiana, vivida desde lo más hondo del corazón de la persona".
Luego afirmó que "en estos momentos de la vida, cuando eres joven, estás buscando el camino, que te lleve por sendas y vías que la hagan plena". "Son expresiones a veces egoístas, pero cuando vienen del encuentro con el Señor se transforman en una fórmula de vivir que es el amor, y desde la entrega", añadió.
"Quisiéramos sobre todo que las familias de los jóvenes, también los matrimonios y las familias jóvenes, se uniesen a la Misión. Yo creo que al joven se le puede llevar a Cristo de una forma individual, por grupos de afinidades, universitarios, en la parroquia, pero también a través de ese encuentro del joven y de la joven, en el amor humano, que luego se convierte en amor matrimonial y de familia", concluyó el Purpurado.