El Arzobispo de Coro y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Mons. Roberto Lückert, afirmó que “en este momento de tantas dificultades, en que se está poniendo en juego la constitucionalidad democrática del país, tenemos que aceptar la invitación” para dialogar. “Lo que sí quiero advertir yo y esto es muy personal mío: que no sea un monólogo".
En declaraciones a Unión Radio, el Prelado advirtió que “por los vientos que soplan esa fue una reforma que fue mandada a la Asamblea Nacional con el único objetivo de que se apruebe como está presentada y que la están haciendo a toda carrera".
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En opinión de Mons. Lückert, la reforma constitucional tiene varios "caramelos envenenados", como el recorte de la jornada laboral, la seguridad social para los trabajadores no dependientes y las misiones; que permitirían la aprobación en bloque de elementos que considera negativos.
Asimismo, expresó su temor de que se dé "una patente de corso" a la corrupción y consideró un sin sentido la reelección indefinida: "Si esto lo aprueban, en diciembre, hay que poner debajo de los afiche con el nombre del presidente de la República, la siguiente expresión:: mientras que Chávez respire, que nadie aspire", precisó el Arzobispo.
"Nos queda el recurso del pataleo", concluyó el Prelado venezolano quien añadió que pueden los obispos “por lo menos hacer sentir que no estamos de acuerdo con esa reforma de la Constitución, porque cuando uno ve la posición de la AN, es un monólogo de sordos donde iremos a proponer y ellos no van escuchar".