Unos 38 mil peregrinos conmemoraron este domingo en un pequeño poblado de la provincia de Río Negro el nacimiento de Ceferino Namuncurá, que se convertirá en el primer beato nativo argentino el próximo mes de noviembre.
Los más de 38 mil peregrinos coparon el pueblo de Chimpay, de apenas 5 mil habitantes de la sureña provincia argentina, donde Ceferino nació el 26 de agosto de 1886.
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La peregrinación forma parte de las numerosas celebraciones y actividades programas en torno a la próxima beatificación del “lirio de la Patagonia”.
A pesar del intenso frío, los miles de fieles de las distintas zonas del norte de la Patagonia llegaron precedidos por 300 jinetes a caballo y vistosas pancartas alusivas a Ceferino.
Durante la Misa, Mons. Esteban Laxague, Obispo de Viedma, señaló que “Ceferino es el ejemplo de lo que dice el Evangelio, los más postergados y discriminados, los últimos en el orden social, serán los primeros a la hora de lograr la consagración en el mundo celestial”.
“Por eso mismo, a través de sus milagros, logra esta beatificación que tanto esperábamos y será el protagonista de la gran fiesta del 11 de noviembre, a la cual estamos invitando hoy”, agregó.
Durante la fiesta de fe se ofreció el Sacramento de la Penitencia en el parque Ceferiniano, ubicado en el lugar donde se cree que estuvo situado el toldo del cacique mapuche Manuel Namuncurá, al momento de nacer su hijo Ceferino.
Ceferino Namuncurá, el primer indígena argentino en recibir esta distinción, soñaba con convertirse en sacerdote para evangelizar a los suyos, pero afectado por una tuberculosis, murió el 11 de mayo de 1905 en el hospital romano Fratebenefratelli, cuando aún no había cumplido los 19 años.