Cientos de peregrinos se dirigieron este medio día a Castelgandolfo para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien en sus palabras introductorias recordó que la amistad con Jesús expresada como estilo de vida es aquello que nos permitirá participar de la vida eterna.
El Santo Padre reflexionó sobre el Evangelio de hoy, deteniéndose en el significado de la “puerta estrecha” de la que habla Jesús recordando que “el ingreso a la vida eterna está abierto para todos, pero es ‘estrecho’ porque es exigente, exige esfuerzo, abnegación, mortificación del propio egoismo”.
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“El Evangelio nos invita a considerar el futuro que nos espera y al cuál debemos prepararnos durante nuestro peregrinar en la tierra”, agregó el Pontífice.
Enfatizando que Jesús “es el único Redentor e invita a todos al banquete de la vida inmortal”, Su Santidad agregó que se presenta una sola condición: “Esforzarse en seguirlo e imitarlo, llevando, como Él lo hizo, la propia cruz y dedicando la vida al servicio de los hermanos”.
“La verdadera amistad con Jesús se expresa en el modo de vivir: se expresa con la bondad del corazón, con la humildad, la mansedumbre y la misericordia, el amor por la justicia y la verdad, el compromiso sincero y honesto por la paz y la reconciliación”, continuó.
Más adelante el Papa agregó que la vida según el amor “es ‘el documento de identidad’ que nos califica como auténticos amigos de Jesús; este es el ‘pasaporte’ que nos permitirá ingresar en la vida eterna”.
Destacó también que “si nosotros queremos pasar también por la puerta estrecha, debemos empeñarnos en ser pequeños, es decir humildes de corazón como Jesús. Como María, Madre de Jesús y nuestra”.
Seguidamente el Papa rezó el Ángelus, saludó en diversas lenguas a los peregrinos llegados de diversas partes del mundo e impartió su Bendición Apostólica.