El sacerdote y gran teólogo especialista en temas de Espiritualidad de la Iglesia, Baldomero Jiménez Duque, fue convocado a la Casa del Padre la madrugada de este miércoles, en Ávila, a los 95 años de edad.
Los restos mortales de Jiménez Duque, una de las figuras más importantes de la espiritualidad de nuestro tiempo , son velados en la capilla del Seminario Diocesano hasta que mañana jueves se celebre la Misa de exequias en la Catedral del Salvador, de Ávila.
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Su vida
El P. Jiménez Duque era el sacerdote más longevo de la diócesis de Ávila. Nació el 25 de agosto de 1911, en Ávila y fue bautizado el 3 de septiembre de ese mismo año en la iglesia parroquial de San Juan Bautista.
A los 15 años de edad ingresa en el Seminario de Ávila, donde se aficiona a la lectura de los textos de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz , que marcarán el resto de su vida y trabajo.
Tres años más tarde es enviado a estudiar en la Universidad Gregoriana de Roma. Con generosidad renunció a su proyecto de realizar el doctorado en Teología ante el pedido del Obispo de Ávila, Mons. Pla y Deniel, quien consideró más urgente contar con un canonista en la diócesis. El joven estudiante recibió la licenciatura en Derecho Canónico.
Su último año de estancia en Roma padeció una lesión tuberculosa en un pulmón, circunstancia que le eximió de participar en la Guerra Civil.
De regreso a Ávila se desempeñó como secretario personal del nuevo obispo de la diócesis, Mons. Santos Moro y como Consiliario de Acción Católica. Su celo por las vocaciones al sacerdocio lo llevó a crear la revista Espigas.
Posteriormente, en 1942, fue nombrado rector del Seminario Diocesano, cargo que desempeñó por varios años.
El experto en espiritualidad mística también se encargó del Seminario de Managua e inició la marcha de muchos sacerdotes a Nicaragua, México, Ecuador, Colombia y Perú.
Entre sus obras sobre los místicos abulenses destacan "Valor del sistema de San Juan de la Cruz", "Ensayos teresianos", "San Pedro de Alcántara en el quinto centenario de su nacimiento", "El espíritu apostólico de Santa Teresa" y "San José, casa-madre del Carmelo teresiano".