Teólogos y activistas vinculados al grupo “Amerindia” y otras organizaciones en el Brasil asociadas a la teología de la liberación han denunciado un supuesto “cambio” en el texto conclusivo de Aparecida, que no ha sido sino la corrección de dos párrafos previamente introducidos en el documento sin el conocimiento de la mayoría de los obispos.
La historia, que llegó a los medios mediante un artículo publicado en Brasil por el diario “O Estado de Sao Paulo” y otro publicado por el diario socialista “El País” de España, atribuye al Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, entonces Presidente del CELAM, unos cambios a dos textos referidos a las controvertidas Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), que según “Amerindia”, habían sido “aprobados por los obispos” y luego “modificados” en la versión final del documento publicado con la autorización de la Santa Sede.
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La historia, sin embargo, es distinta a como la vienen relatando los militantes de las CEBs, que pretenden un imposible cambio en la versión final del documento oficial de Aparecida.
Los dos párrafos sorprendentemente elogiosos de las hoy decadentes CEBs fueron redactados por el grupo de teólogos de “Amerindia” fuera del seno de la V Conferencia, presentados al pleno y rechazados por el voto masivo de los obispos.
Los párrafos, sin embargo, aparecieron sorpresivamente en la cuarta y última versión, que los obispos debieron votar apuradamente el mismo día de la clausura.
Varios prelados, sin embargo, indicaron al Comité de Redacción la inclusión subrepticia de los párrafos elogiosos a las CEBs pese a que éstos habían sido rechazados por la votación de los obispos.
La advertencia del cambio realizado en contra de la voluntad de la mayoría de obispos reunidos en Aparecida, llegó a la Santa Sede, donde se revisó el documento antes de autorizar su publicación.
Por ejemplo, el número 179 de la cuarta redacción, introducido sorprendiendo a los obispos, pretendía dar carta blanca de acción a las CEBs –muchas de las cuales se han convertido en centros de adoctrinamiento ideológico, según denuncia de algunos prelados en Aparecida– diciendo: “queremos decididamente reafirmar y dar nuevo impulso a la vida y misión profética y santificadora de las CEBs, en el seguimiento misionero de Jesús. Ellas han sido una de las grandes manifestaciones del espíritu en la iglesia de América Latina y el Caribe después del Vaticano II”.
El texto infiltrado, fue modificado en la Santa Sede –con el derecho que le asiste–, eliminando las frases elogiosas sin límites a las CEBs y añadiendo una advertencia legítima, en plena sintonía con el sentir de la mayoría de obispos que participaron en Aparecida: “En su esfuerzo de corresponder a los desafíos de los tiempos actuales, las comunidades eclesiales de base cuidarán de no alterar el tesoro precioso de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia”.
En general, las modificaciones de la Santa Sede, que no pueden ser atribuidas al Cardenal Errázuriz, moderan y equilibran el tono abiertamente elogioso y prioritario que “Amerindia” pretendía darle a las CEBs, y que no correspondían con la actual realidad de las comunidades, sino con el proyecto ideológico de esta organización de teólogos y militantes.
La Santa Sede, por ejemplo, se limitó a citar al documento de Puebla cuando incluyó el siguiente texto al número 179 del documento, para irritación de los líderes de las CEBs y del grupo “Amerindia”: “Puebla constató que las pequeñas comunidades, sobretodo las comunidades eclesiales de base, permitieron al pueblo acceder a un conocimiento mayor de la Palabra de Dios, al compromiso social en nombre del Evangelio, al surgimiento de nuevos servicios laicales y a la educación de la fe de los adultos , sin embargo también constató ‘que no han faltado miembros de comunidad o comunidades enteras que, atraídas por instituciones puramente laicas o radicalizadas ideológicamente, fueron perdiendo el sentido eclesial’” .
No es de extrañar que el Cardenal Errázuriz, en una carta enviada a sus sucesores en el CELAM y citada por “O Estado de Sao Paulo”, señale que “le daríamos una gran alegría al demonio si nos ocupásemos tanto de los cambios que ocurrieron en el texto final, de forma que el malestar consiga eclipsar la maravillosa experiencia de Aparecida y sus grandes orientaciones pastorales”.
El documento final de Aparecida, que “Amerindia” y los líderes de la teología de la liberación quieren modificar nuevamente de acuerdo a los párrafos que elaboraron en la Casa San Canisio, que les sirvió de cuartel general durante la V Conferencia, ha sido publicado con la aprobación del Papa, distribuido por el CELAM y publicado por diversas casas editoriales para estar al alcance del pueblo fiel de América Latina.
http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=17058