La Congregación para las Causas de los Santos entregó recientemente el "Nihil obstat" para iniciar a nivel diocesano el proceso de canonización de quien fuera el 14º Obispo de Sonora y primer Arzobispo de Hermosillo, Mons. Juan María Navarrete y Guerrero, informó su actual pastor, Mons. Ulises Macías Saucedo.
"Estamos muy contentos porque empezaremos a juntar todo el testimonio y también los escritos del Don Juan Navarrete para que sea beatificado por el Vaticano", dijo el Prelado al anunciar la entrega de la notificación que da luz verde a la investigación y recolección de información sobre la vida y obra del destacado Arzobispo.
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Mons. Juan María Navarrete y Guerrero
Mons. Navarrete y Guerrero nació en Oaxaca el 12 de agosto de 1886. Inició sus estudios eclesiásticos en Guanajuato y, posteriormente, se trasladó a Roma donde obtuvo el bachillerato en Filosofía y el doctorado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana. Allí fue ordenado presbítero el 19 de abril de 1909.
De regreso a México, se estableció en la ciudad de Aguascalientes, donde fue párroco y profesor del Seminario. En 1914 fue desterrado a los Estados Unidos, pero regresó en 1916 a continuar su trabajo pastoral. Ese mismo año fundó la Sociedad de Auxiliares Parroquiales.
El Papa Benedicto XV lo nombró 14º Obispo de Sonora el 24 de enero de 1919, recibiendo la consagración episcopal el 8 de junio de ese mismo año.
Para hacer frente a los no pocos desafíos que encontró para la evangelización de su vasta diócesis, Mons. Navarrete y Guerrero se convirtió en un obispo misionero, impulsando y llevando a cabo personalmente un sin fin de iniciativas pastorales, formativas y asistenciales entre todos los sectores de su feligresía.
Para su labor evangelizadora estableció asociaciones como la Liga Diocesana, la Sociedad de Catequistas, los primeros grupos de la ACJM, la Sociedad de Obreros Católicos y varias entidades mutualistas y centros de actividad.
Para mejor desempeñar su labor catequética con los indígenas, principalmente los yaquis, el celoso pastor aprendió su dialecto. En 1921 abrió en Magdalena el Colegio Apostólico de San Francisco Javier.
El obispo sufrió el destierro de septiembre de 1926 a septiembre de 1929 y una persecución de cinco años, desde 1932 hasta 1937.
Cuando la diócesis de Sonora se convierte en la de Hermosillo en 1959, Mons. Navarrete y Guerrero se convierte en su primer obispo. Participó en el Concilio Vaticano II (1962-1965). Con la creación de la Provincia Eclesiástica de Hermosillo, la diócesis es elevada a Arquidiócesis en 1963, convirtiéndose el prelado en su Primer Arzobispo.
Tras casi medio siglo de fecundo servicio episcopal, durante los cuales ordenó 112 sacerdotes; levantó o restauró centenares de iglesias, fundó 52 escuelas primarias y secundarias y dos escuelas normales, erigió 26 hospitales, dos asilos para ancianos, seis hogares-escuelas para niños desamparados, dos centros para tuberculosos, un leprosario, además de centros sociales, cooperativas, mutualistas, etc., el 11 de agosto de 1968 le fue aceptada su renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis.
Fue convocado a la presencia del Padre el 21 de febrero de 1982. Sus restos mortales reposan en la Catedral Metropolitana.