El Obispo de San Francisco de Macorís (República Dominicana), Mons. Jesús María de Jesús Moya, afirmó que desde el punto de vista material, la corrupción estanca el crecimiento económico de los pueblos y los priva de la legalidad que es un bien común de suma importancia.
En la bienvenida del Quinto Encuentro del Bloque de Legisladores de la Región Nordeste, el también Rector de la Universidad Católica Nordestana indicó que la corrupción es una de las causas fundamentales que concurren en determinar el subdesarrollo y la pobreza y sostuvo que es un fenómeno que no conoce límites políticos ni geográficos pues está presente tanto en países ricos como pobres.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"La Iglesia considera la corrupción como un hecho muy grave de deformación del sistema político y el compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) la estigmatiza como aquella que distorsiona de raíz el papel de las instituciones representativas, porque las usa como terreno de intercambio político entre peticiones clientelistas y prestaciones de los gobernantes" acotó el Prelado.
Mons. de Jesús Moya aseguró que para superar la corrupción es necesario cambiar de sociedades autoritarias a sociedades democráticas; de verticales a horizontales y de centralistas a participativas.
La corrupción continuará existiendo si "la familia no es capaz de cumplir con su tarea educativa, si leyes contrarias al auténtico bien del hombre -como aquellas contra la vida- deseducan a los ciudadanos sobre el bien, si la justicia procede con lentitud excesiva, si la moralidad de base se debilita por la trasgresión", aseveró.