Extremistas musulmanes asesinaron el pasado 30 de julio a Sadiq Masih, un cristiano pakistaní que había pedido permiso en su trabajo debido a los frecuentes maltratos de que era objeto por profesar su fe. Tras obtenerlo, su patrón y otros sujetos entraron a su casa y abrieron fuego, matándolo y dejando gravemente herido a uno de sus hijos.
El hecho ocurrió en la localidad de Rani Ke Minar, en Punjab (Pakistán). Tras algunas pesquisas, dos de los homicidas ya están en la cárcel. Así lo informa Aneeka Maria, abogado de la familia de Masih.
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"Las presiones sobre el asesinado padre de familia venían de tiempo atrás. Los patrones, una familia de apellido Chaudhri, habían acusado falsamente a dos de los hijos de Masih por un homicidio que no cometieron y por que el están aún en la cárcel", indica el abogado.
El pasado 30 de julio los Chaudhri entraron en casa de los Masih portando armas de fuego y dispararon a matar, asesinando a Sadiq e hiriendo gravemente a su hijo mayor, que permanece en estado crítico en el Hospital Mayo de Lahore.
Aneeka Maria también explicó que en el nosocomio, el hijo mayor de Masih corre peligro porque los Chaudhir han dicho que quieren matarlo porque podría denunciarlos y testimoniar contra ellos en un juicio por el asesinato de su padre. Además, han amenazado con matar a cualquier que ayude a los Masih para organizar el funeral de Sadiq.