Cuatro bomberos de San Diego presentaron una demanda por haber sido obligados a participar en la marcha anual del orgullo gay. Los demandantes fueron acosados sexualmente por participantes y espectadores, y sufrieron agresiones verbales por no corresponder a las grotescas provocaciones de los activistas homosexuales.
El acoso hacia los cuatro bomberos, casados y padres de familia, que marchaban obligados por sus superiores y en contra de su voluntad, consistió en agresiones verbales de carácter sexual explícito; además de insultos de grueso calibre.
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Charles LiMandri, Director de la Costa Oeste del Thomas More Law Center, es quien representa a los demandantes. En su opinión, “lo que sucedió con estos dedicados servidores es inexcusable. La ciudad debía saber por las experiencias pasadas la clase de actividades ofensivas que suceden en este evento. Este ha sido un claro caso de acoso sexual en violación a la ley federal así como del código de conducta de la ciudad”.
Para la jefa de bomberos, Tracy Jarman, quien es además abiertamente lesbiana, la marcha del “orgullo gay” es “divertida y todos los empleados son alentados a participar en él”.
A su turno, Richard Thompson, Presidente del Thomas More Law Center, comentó que “pese a que los medios locales evitaron mencionar la debacle y las obscenidades que se vieron en la marcha, la opinión pública debe saber lo que sucedió y cómo se les obligó a estos bomberos a actuar en contra de su voluntad”.
Uno de los bomberos indicó a su vez que “no se podía mirar a la gente sin recibir a cambio algún gesto de índole sexual. Si alguno de los que estuvimos allí pusiera fotos en la estación de lo que vimos ese día, seguramente se nos castigaría”.