En un telegrama firmado personalmente, el Papa Benedicto XVI expresó su profundo pesar por la partida a la Casa del Padre del Cardenal Jean Marie Lustiger, Arzobispo Emérito de París, a quien describió como un hombre de fe y diálogo.
En el mensaje enviado a Mons. André Vingt-Trois, Arzobispo de París, el Pontífice expresa “mi profunda unión en oración con la Arquidiócesis de París, con los familiares del difunto y con todos aquellos afectados por la desaparición de esta gran figura de la Iglesia en Francia”.
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El Santo Padre confía “a la misericordia de Dios al querido Cardenal Lustiger, que consagró generosamente su vida al servicio del pueblo de Dios en la Diócesis de Orléans y en la Arquidiócesis de París”.
“Doy gracias al Señor por su ministerio episcopal, teniendo presente el recuerdo de este Pastor apasionado por la búsqueda de Dios y por el anuncio del Evangelio al mundo”, señala el telegrama pontificio; y agrega que “durante su ministerio con los estudiantes, expresó su preocupación por los jóvenes. En las comunidades que le fueron confiadas, contribuyó a desarrollar el compromiso misionero de los fieles y se dedicó especialmente a renovar la formación de los sacerdotes y los laicos”.
Benedicto XVI lo señaló también como “hombre de fe y de diálogo” que “se dedicó generosamente a promover relaciones cada vez más fraternas entre cristianos y judíos”.
Además, como “intelectual visionario, supo poner sus dones al servicio de la fe, para hacer presente el Evangelio en todos los ámbitos de la vida y de la sociedad”.