Miles de peregrinos se dirigieron este medio día a Castelgandolfo para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien al introducir la oración mariana habló sobre los riesgos de los bienes de este mundo y la necesidad de buscar primero las cosas de Dios.
Meditando sobre el Evangelio dominical, el Papa afirmó que “la riqueza, por más que se trata de un bien, no debe ser considerada un bien absoluto” porque “sobre todo no asegura la salvación sino que hasta podría comprometerla seriamente”.
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“Es sabiduría y virtud el no apegarse de corazón a los bienes de este mundo, porque todo pasa. El verdadero tesoro que debemos buscar sin detenernos está en las ‘cosas de arriba, donde se encuentra Jesús a la diestra del Padre”, dijo el Santo Padre.
Asimismo notó que esa invitación a “dirigir la mirada hacia ‘arriba’, hacia el Cielo” nos la hace la Solemnidad de la Transfiguración del Señor que será celebrada mañana.
Recordó que en 1978, cuando la Iglesia celebraba aquella Solemnidad, fue llamado a la Casa del Padre el Siervo de Dios Papa Pablo VI, e hizo una invitación a que su “recuerdo nos sirva de aliento a mirar hacia lo Alto y a servir fielmente al Señor y a la Iglesia, como él lo hizo durante años no fáciles a lo largo del siglo pasado”.
“Que la Virgen María, que más que ninguna otra criatura participó al misterio de Cristo, nos sostenga en nuestro camino de fe para que ‘trabajando con nuestras fuerzas para someter la tierra no nos dejemos dominar por la avaricia y el egoísmo sino que busquemos siempre aquello que vale frente a Dios”, concluyó.