En su carta semanal, el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, alienta a los feligreses a aprovechar este tiempo de vacaciones de verano para encontrarse con Dios.
La carta, titulada "Las vacaciones, hoy", expresa que el descanso estival "con frecuencia nos permite redescubrir también el hermoso jardín que es la Creación, y que Dios ha puesto en manos de nosotros, sus hijos, para que lo protejamos, lo cuidemos y lo disfrutemos con todo cuidado".
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Por ello, recomienda que "la educación medioambiental, tan necesaria en nuestros días, ha de comenzar de manera eficaz en las familias, cuando los padres y las madres descubren a sus hijos la belleza de la naturaleza como don de Dios y les ayudan a descubrir la responsabilidad que todos tenemos de custodiarla".
Mons. García-Gasco anima a plantear las vacaciones de verano con un "enfoque cristiano" y recuerda que "todos tenemos derecho a disponer de vacaciones laborales, pero el cuidado de las personas no admite con tanta facilidad poder disfrutar del ocio y del descanso", en referencia a la atención a las personas mayores o a los familiares dependientes.
Asimismo, pide reconocer la labor de "aquellos que desempeñan trabajos, tareas o responsabilidades en las que las propias vacaciones se ven más reducidas, desplazadas en el tiempo o incluso imposibilitadas" y dice que "su esfuerzo hace posible que otros puedan disfrutar de días de merecido descanso".
En su carta, el Arzobispo de Valencia sostiene que "disfrutar de períodos de vacaciones supone una riqueza humana indudable" y , además, "nos recuerda que el trabajo tiene sentido para el bien de las personas, que los lazos humanos gratuitos hay que cultivarlos, que la vida en el campo o en mayor contacto con la naturaleza nos humaniza y nos equilibra frente a las duras exigencias de la vida en las grandes urbes".
En definitiva, "nos ponen en mejor disposición para pensar que la vida es un don que hay que saber gustar y agradecer a nuestro Creador y Señor", agrega.
Además, recuerda que las vacaciones "son también una estupenda ocasión para renovar lazos y relaciones personales, tanto con nuestra familia nuclear, como con la familia más amplia, y con nuestras comunidades de origen".