Recen, curen y anuncien”, pues estas acciones son los “imperativos esenciales” del ministerio pastoral de los sacerdotes, dijo el Papa Benedicto XVI durante el encuentro que sostuvo ayer por la mañana en Auronzo di Cadore, en el norte de Italia, al clero de las diócesis de Belluno-Feltre y Treviso.

En el diálogo entre el Pontífice y los presbíteros, desarrollado a modo de preguntas y respuestas, el Santo Padre destacó la importancia de la oración porque “sin una relación personal con Dios, todo lo demás no puede funcionar, no podemos realmente llevar a Dios, la realidad divina y la verdadera vida humana a las personas, si nosotros mismos no vivimos en una relación profunda, verdadera, de amistad con Dios”.

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Asimismo es necesario “tener relaciones humanas con todas las personas confiadas a nosotros” para curar a “todos las necesidades humanas, que siempre necesidades que van hasta lo profundo de Dios”, prosiguió Benedicto XVI. Pertenece a esta dimensión, subrayó el Pontífice respondiendo a una pregunta de los sacerdotes participantes, el ministerio de la reconciliación por ser un una “acción de cura extraordinaria”.

Finalmente, dijo el Papa, es esencial también anunciar el Reino de Dios, que “no es una lejana utopía de un mundo mejor”, sino dar a conocer que es “Dios mismo, quien se acercó y se hizo muy cercano en Cristo” por lo que el anuncio “quiere decir hablar de Dios hoy, hacer presente la palabra de Dios”.

Divorciados vueltos a casar

Al responder otra pregunta sobre los divorciados vueltos a casar, el Santo Padre señaló que se trata de “un problema doloroso y la simple receta que lo resuelva, ciertamente no existe”. Profundizando en el tema, el Papa señaló que la “preparación al matrimonio se convierte en algo cada vez más fundamental y necesario” para “conocerse más a sí mismo” y “conocer la verdadera voluntad matrimonial”. Además, resaltó la necesidad de un acompañamiento “permanente” por parte de los sacerdotes y las familias, a las jóvenes parejas en los primeros diez años de matrimonio.

En caso de que un matrimonio fracase, dijo el Papa, “la primera cosa en la que hay que profundizar es si existen las señales para una eventual declaración de nulidad”.

Otras religiones

En otro momento el Santo Padre fue preguntado sobre cómo abordar la creciente presencia de personas no cristianas en el territorio local. Al respecto, el Papa señaló que la importancia de “dar razón de la esperanza que está en nosotros” es “la síntesis necesaria entre diálogo y anuncio”.

Sobre el particular, el Pontífice resaltó la importancia de “reconocer” en ellos “a nuestro prójimo”. “Si esto sucede, más fácilmente podremos presentar la fuente de este comportamiento nuestro, pues el amor al prójimo es la expresión de nuestra fe”. Así, en el diálogo “no se puede pasar rápidamente a los grandes misterios de la fe”, ya que “una cosa práctica y realizable, necesaria, es sobre todo buscar el acuerdo fundamental sobre los valores que han de vivirse”.

El Pontífice sugirió a los sacerdotes que pongan el acento “en los valores comunes entre religiones durante la catequesis, las homilías y los momentos de formación”.

Jóvenes

Otro de los temas que fue puesto en consideración en el diálogo entre el Papa y los sacerdotes fue el desafío de la formación de la conciencia moral de los jóvenes. Aquí, el Pontífice afirmó que “un mundo sin Dios se convierte en un mundo de arbitrariedad” y subrayó el valor del sufrimiento “como experiencia de crecimiento de los jóvenes”.