Quien fuera el primer obispo de la diócesis de Nuestra Señora de la Alta Gracia en Higüey (República Dominicana), Mons. Juan Félix Pepén y Solimán, fue convocado a la Casa del Padre este sábado por la tarde en la capital dominicana a los 87 años de edad.
“Murió tranquilo, rodeado del cariño de sus hermanas”, dijo Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED).
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El Arzobispo de Santo Domingo, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, presidió esta mañana en la Catedral Primada de América una Misa de cuerpo presente. Los restos del obispo emérito de Nuestra Señora de la Alta Gracia serán trasladados mañana a la Basílica de Higüey, donde el Arzobispo Primado presidirá una concelebración eucarística con los obispos del país. Posteriormente se procederá a darles sepultara en el mausoleo de ese santuario.
Mons. Pepén nació en Higüey el 27 de enero de 1920. Fue ordenado presbítero el 29 de junio de 1947 y obispo el 31 de mayo de 1959. Tras desempeñarse como obispo de la recién erigida diócesis de Nuestra Señora de la Alta Gracia en Higüey (1959-1975), ejerció su ministerio episcopal como Obispo Auxiliar de Santo Domingo (1975-1995).