La Conferencia Episcopal Chilena (CECH) afirmó en un comunicado que la “subcontratación es una realidad muy extendida en el mundo” en el que lamentablemente “muchas veces el trabajo no se realiza en condiciones dignas y justas”.
El documento firmado por el Presidente de la CECH, Mons. Alejandro Goic Karmelic, y el Secretario General, Mons. Cristián Contreras Villaroel, indica que este fenómeno se “ha ido convirtiendo en un mecanismo para disminuir los costos laborales, pudiendo afectar las condiciones de trabajo y la equidad en la remuneración”.
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Los prelados señalan que si bien la ley de la subcontratación ha sido modificada en Chile corrigendo “esta grave injusticia” un cambio en una realidad asentada por mucho tiempo “suele generar tensiones y presionar hacia situaciones extremas”, refiriéndose a las recientes protestas y paros ocurridos en el país “acompañados de violencia”.
“La violencia es el síntoma de una situación de inequidad evidente que no ha sido resuelta por nuestra sociedad”, expresan los prelados y agregan que “los trabajadores tienen el legítimo derecho de movilizarse a través de sus organizaciones representativas para reclamar lo que la ley les confiere y en justicia les pertenece” pero resaltan que “nada justifica la violencia ni el atropello a los derechos de otras personas”.
En la misiva, los obispos chilenos hacen un llamado a los “empresarios y trabajadores, a las autoridades de gobierno y a los legisladores, para que aborden estas situaciones con espíritu de concordia, procurando buscar el bienestar de quienes carecen de lo necesario para vivir” y subrayan la “necesidad de resolver, a través del diálogo, los dramáticos problemas de pobreza y trabajo precario que angustian a alrededor de un millón de chilenos”.