La antigua cárcel del municipio de Envigado, vecino de la ciudad colombiana de Medellín, de donde el narcotraficante colombiano Pablo Escobar fugó en 1992, se convertirá próximamente en un monasterio y centro de peregrinación benedictinos, informaron las autoridades locales.
“La Catedral”, como irónicamente era conocido este local penitenciario en los tiempos de Escobar, fue entregada en comodato a la comunidad de monjes benedictinos tras las gestiones del sacerdote Gabriel de Jesús Jaramillo quien solicitó la cesión de los terrenos de la cárcel ahora abandonada.
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El monje señaló que con esta iniciativa se busca "cambiar el estigma que tiene Envigado como un centro del narcotráfico y la violencia y transformarla en centro de peregrinación y oración".
Asimismo señaló que en el lugar se levantará una capilla en honor de La Virgen Desatanudos.