El Papa Benedicto XVI iniciará mañana un periodo de oración y reflexión en la región alpina de Lorenzago di Cadore, en el norte de Italia, que se prolongará hasta el viernes 27 de julio.
“Mañana partiré hacia Lorenzago di Cadore, donde seré huésped del obispo de Treviso en la casa que acogió al venerado Juan Pablo II”, dijo hoy el Santo Padre antes de rezar el Ángelus desde el Palacio Apostólico en el Vaticano ante de miles de fieles que se congregaron en la Plaza de San Pedro.
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“El aire de montaña me hará bien y podré dedicarme más libremente a la reflexión y a la oración”, señaló Benedicto XVI al referirse al periodo vacacional que emprenderá en esta hermosa región montañosa ubicada en la provincia de Belluno, una de las favoritas de su predecesor el Papa Juan Pablo II.
El Pontífice deseó a todos, y “especialmente al que sienta mayor necesidad de ello”, que puedan tener un tiempo de vacaciones, “para revigorizar las energías físicas y espirituales y recuperar un saludable contacto con la naturaleza”.
“La montaña, en particular, evoca el ascenso del espíritu hacia lo alto, la elevación hacia la ‘alta medida’ de nuestra humanidad, que lamentablemente la vida cotidiana tiende a bajar”.
Por último, el Papa expresó su deseo de que “la Virgen María nos proteja siempre, tanto en la misión como en el justo descanso, a fin de que podamos cumplir nuestro compromiso con alegría y con fruto en la viña del Señor”.
Presentaciones públicas
Al anunciar el mes pasado estas vacaciones, la Sala de Prensa de la Santa Sede informó que el domingo 15 de julio Benedicto XVI presidirá el Ángelus en el Castello di Mirabello y el Domingo posterior, 22 de julio, en la Plaza de Lorenzago di Cadore.
En este período de descanso quedan suspendidas las audiencias generales de los miércoles 11, 18 y 25 de julio.
A su regreso de Lorenzago di Cadore, el Santo Padre se dirigirá al Palacio Apostólico de verano de Castel Gandolfo, donde se prevé que permanecerá hasta septiembre. Las audiencias generales de los miércoles se reiniciarán el 1 de agosto.