Un nuevo apostolado católico, los "Serenellians" (Serenelianos), ha surgido en Estados Unidos. Este grupo busca ayudar a hombres adictos a la pornografía que están dispuestos a luchar contra este nefasto vicio.
Los Serenelianos deben su nombre a Alessandro Serenelli, el hombre que asesinó a Santa María Goretti luego de haber intentado violarla y que, tiempo después, se convirtiera y pidiera perdón a la madre de la santa de doce años. Para los que promueven este apostolado, Serenelli es modelo de conversión de una vida disipada y pecaminosa a una vida de pureza, castidad y cercanía a Dios.
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Paul Rasvage, un ingeniero de 52 años de edad y ex adicto a la pornografía, inició este apostolado con un sitio web en 2002. "Existimos para ayudar a quienes quieren romper con esta adicción", dice. "Tratar de detener el material ilícito (pornográfico) no es suficiente. Tienes que enfrentar los deseos desordenados, la raíz del asunto", precisa.
El mencionado sitio web incluye una serie de recursos para combatir la adicción a la pornografía ente los que se encuentra enseñanzas de la Iglesia, documentos y citas de santos. Asimismo, también cuenta con un libro titulado "Puro de Corazón", escrito por Rosemary Scott, en donde se ofrece consejería espiritual, consejos prácticos y meditaciones sobre la castidad y la pureza.
Para Rasvage, combatir la pornografía y la masturbación es complicado debido a la falta de enseñanza católica al respecto en Estados Unidos. "El clero católico parece estar negado. Los escándalos sexuales que siguen sucediendo son resultado del rechazo a lidiar con el tema. Hay algunas almas valientes todavía: el Obispo Chaput en Denver, el Obispo Loverde en Virginia y el Obispo Finn en Kansas City, que son tres que 'han tomado al toro por las astas' y han escrito al respecto", opina el fundador de los serenelianos.
Rasvage comenta que una queja común de los católicos es que algunos sacerdotes les dicen que ver pornografía o masturbarse es "normal" y que "no es motivo de preocupación".