El Dr. Stan Weed del Institute for Research and Evaluation (IRE) en Salt Lake City, Utah, (Estados Unidos) realizó un estudio que reveló que la abstinencia es el mejor método para prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS) así como las complicaciones psicológicas de los adolescentes activos sexualmente antes del matrimonio.
El estudio, titulado “¿Abstinencia o Educación Sexual ‘integral’?”, está basado en la educación y conducta de más de 400 mil jóvenes en 30 diferentes estados de Estados Unidos, observados durante 15 años.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Dr. Weed explicó al sitio pro-vida LifeSiteNews que “en Estados Unidos, las tasas de actividad sexual han ido bajando en los adolescentes durante los últimos 12-13 años, lo que coincide con el inicio de la educación para la abstinencia. El aborto y los embarazos así como los nacimientos fuera del matrimonio también han ido disminuyendo en el mismo periodo de tiempo. Sin embargo, el aborto, los embarazos y los nacimientos fuera del matrimonio se han incrementado en un grupo de más edad, 19-25 años, al que no se le ha dado educación para la abstinencia”.
El estudio también demuestra que la educación sexual “integral” no explica las limitaciones de los preservativos, y que “muchas consecuencias de la actividad sexual en adolescentes no se previenen con el uso del condón”. Tras 20 años de este tipo de educación, los jóvenes no saben que los preservativos “no hacen nada para luchar contra la baja autoestima, la depresión” y demás complicaciones psicológicas que “acarrea la actividad sexual antes del matrimonio”.
Al evaluar los programas de abstinencia existentes, tales como Reasons of the Heart, Heritage Keepers, Sex Respect and Teen Aid, el IRE descubrió que los estudiantes participantes en ellos en muy pocos casos eran sexualmente activos. Los programas más exitosos subrayan la importancia del autocontrol y la responsabilidad. Le dan también a los adolescentes una meta positiva que es el compromiso y el matrimonio para los cuales deben trabajar de cara al futuro. El IRE también descubrió la necesidad de educar en la abstinencia año tras año.
El Dr. Weeds concluye explicando que “los programas de educación para la abstinencia bien diseñados e implementados pueden reducir la actividad sexual de los adolescentes hasta la mitad por periodos de uno o dos años, con lo que también se incrementa el número de adolescentes que evitan todos los problemas relacionados a la actividad sexual. Abandonar esta estrategia... sería más un rumbo marcado por la política que un deseo por proteger a los adolescentes de Estados Unidos”.