Durante la procesión del Corpus Christi que presidió este domingo, el Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, lamentó la división que sufre la sociedad española y señaló que la Iglesia respeta y alienta la sociedad laica, pero no el laicismo, que tiende a convertirse en antirreligioso.
Hablando a los feligreses bajo el Arco de la Sangre de la toledana plaza de Zocodover, el Purpurado señaló que la Iglesia "no está suficientemente unida, sino que tiene tantos grupos y tendencias que parece como desgarrada o hecha jirones".
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"A veces los que con mayor razón deberíamos dar ejemplo de unidad no lo damos suficientemente", agregó.
El Cardenal Cañizares alertó sobre la división de la sociedad española "sustancialmente católica en su mayoría", no sólo "la división mayor o menor de los pueblos de España", sino también "la división por tantos enfrentamientos actuales o por un reabrimiento de heridas y divisiones pasadas que nos conducen a la quiebra".
El Primado español pidió que "nadie tema" y vea en la Iglesia o en la fe cristiana "ninguna amenaza a la justa autonomía de lo terreno y a la justa y sana laicidad"; pero advirtió que "no podemos someternos a una mentalidad inspirada en el laicismo, ideología que lleva gradualmente a la restricción de la libertad religiosa hasta promover un desprecio o ignorancia de lo religioso relegando la fe a la esfera de lo privado".