El presidente internacional de la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), Hans-Peter Röthlin, llamó a rezar por la Iglesia en Irak, pues la persecución de los cristianos ha llegado a tal punto que el futuro de la Iglesia está en peligro”.

En recientes declaraciones, Röthlin aseguró que al respecto "estamos caminando dormidos hacia el fallecimiento de una población cristiana, cuyos antepasados aceptaron antes que todos el Evangelio allá por el siglo primero”.

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“En épocas pasadas -explicó- los cristianos de Irak tenían poco o nada de voz pero ahora su situación es mucho peor. Ellos se están sofocando en silencio. Tenemos el deber de ayudar a los cristianos iraquíes porque compartimos la misma fe”. “¿No será demasiado tarde cuando hagamos algo?”, preguntó.

“Imagine si esto estuviera sucediéndonos, imagine si nos expulsaran de nuestros hogares, imagine si recibiéramos amenazas de muerte, imagine también cómo nos sentiríamos si nuestras hermanas e hijas fueran forzadas a casarse con supuestos combatientes Jihadi", pidió a su interlocutor.

¿Qué podríamos hacer si alguien golpea a nuestra puerta pidiendo un pago de al menos cien mil dólares simplemente por ser un no-musulmán en un país Islámico?”, preguntó. Pese a todo eso, su voluntad no se debilita y no ceden a las presiones para que se conviertan al Islam, prosiguió. “El ejemplo de fe y valor de los cristianos iraquíes es lo que necesitamos escuchar”, sugirió.

El representante de AIS hizo un llamado a todos los líderes del mundo, los benefactores, amigos, de hecho al mundo a rezar por los cristianos de Irak” pues “necesitan ser protegidos y ayudados, de modo que puedan estar tranquilos en su propio país”.

“Rogamos que el mundo despierte y cesen los afrentas contra los sufridos cristianos de Irak. Rogamos que el Dios de la misericordia y la compasión venga en su ayuda", pidió el presidente de AIS antes de indicar que “nunca deberíamos subestimar el poder de la oración”.

Como nuestro fundador de AIS, P. Werenfried van Straaten, decimos: “Ellos se están probando en la fe, nosotros en el amor”, concluyó Röthlin.