Al recibir este jueves a autoridades de Bulgaria y de la ex República yugoslava de Macedonia, el Papa Benedicto XVI alentó a ambos países a reafirmar su identidad cristiana como columna vertebral de sus naciones y culturas.
El Pontífice recibió al Presidente del Parlamento de la República de Bulgaria, Georgi Pirinski, e inmediatamente después al Presidente del Parlamento de la ex-República Yugoslava de Macedonia, Liubisha Georgievski, ambos encabezaban las delegaciones de sus países que visitan Roma con motivo de la fiesta de los Santos Cirilo y Metodio.
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Hablando a la delegación búlgara, el Papa afirmó que esta visita expresaba el deseo de la nación de “reafirmar su tradición europea, profundamente impregnada de valores evangélicos. Ciertamente, dado su origen, la historia de Bulgaria precede la revelación cristiana. Pero es indudable que en el Evangelio la nación encontró una fuente de valores, capaz de reforzar la cultura, la identidad y el genio típico del pueblo”.
El Pontífice se refirió luego a “la triste y dura dominación comunista”; pero destacó que Bulgaria se encamina hacia una integración plena con las demás naciones europeas”.
“Que Bulgaria y su pueblo conserven y promuevan las virtudes cristianas que descienden de las enseñanzas de los santos Cirilo y Metodio, muy necesarias y actuales también hoy”, concluyó.
Seguidamente, en la audiencia al Presidente del Parlamento de la ex República Yugoslava de Macedonia, el Santo Padre afirmó que compartía el deseo manifestado de que “el patrimonio espiritual heredado sea compartido, y que a vuestra peculiar identidad se le reserve la debida y esperada consideración por parte de los otros pueblos europeos cercanos a vosotros por tradición y cultura”.