El Cardenal y Arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, advirtió hoy que la crisis por la que atraviesa Europa en la actualidad es “la crisis de una modernidad no resuelta” y está fundamentada en este sentido, a su juicio, en el “relativismo” y la “ruptura con los valores morales”.
Cañizares hizo estas declaraciones esta tarde, en el marco de una conferencia en la Embajada de España ante la Santa Sede, en la que reflexionó sobre la complementariedad de la fe y de la razón en el pensamiento de Benedicto XVI.
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El Arzobispo insistió en que “la negación de los valores morales” marca el camino “expedito” hacia las prácticas “más aberrantes”, y es “la senda para que el poder se convierta en totalitarismo”, dijo, en alusión al relativismo ideológico que actualmente impregna la sociedad occidental.
“No es posible la democracia sin conciencia”, añadió, y aventuró que Europa podría acabar “en escombros” si no fundamenta antes su futuro en los valores morales y en la premisa de que “el respeto a la dignidad humana debe ser previa a toda decisión política”.
En referencia al Tratado Constitucional de la Unión Europea, Cañizares insistió en que el texto debería mencionar las raíces cristianas de Europa, ya que, lo contrario sería “definir lo que no es y lo que no es futuro para ella”.
Cañizares también disertó sobre la profunda relación que el Papa Benedicto XVI ha visto siempre entre fe y razón. En concreto, señaló que la confianza del Romano Pontífice en la capacidad del hombre para alcanzar la verdad explica su afán por encontrar un “nuevo espacio común” al que todos pueden llegar, creyentes o no, a través de la inteligencia.
La Embajada de España ante la Santa Sede ha organizado esta serie de encuentros con cardenales, eclesiásticos y expertos españoles con ocasión del 80 cumpleaños de Benedicto XVI y el segundo aniversario de su Pontificado. El último tendrá lugar el próximo 30 de mayo, con la intervención del cardenal Julián Herranz.