Grupos pro vida y parlamentarios entregaron al Vicepresidente de la Republica, José Alencar, la Carta de Brasilia y 600 mil firmas que rechazan la despenalización del aborto en el país, luego de realizar una marcha en defensa de la vida que reunió a más de cinco mil personas.
El diputado federal Robson Rodovalho (DEM-DF), declaró a la prensa que el documento fue entregado en audiencia por 25 diputados. Afirmó que Alencar se mostró sensibilizado con la causa pro vida y porque los valores de la vida y la familia sean preservados por las entidades públicas.
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La Carta de Brasilia denuncia al Ministerio de Salud por querer autorizar el aborto en casos de violación con la sola declaración y requerimiento firmado por la supuesta víctima. El texto también critica la “flagrante omisión del Gobierno por no identificar ni investigar cuáles son los verdaderos intereses de los grupos que patrocinan las campañas por la legalización del aborto en Brasil”.
“La ONU viene promoviendo una campaña a favor de la legalización del aborto, alegando que esta práctica es un derecho humano de la mujer. Solo que ellos olvidan que el ser humano que está dentro del vientre materno también tiene derecho a la vida”, expresó a la prensa la presidenta de la Federación Paulista de Movimientos de Defensa de la Vida, Dolly Guimaräes.
Líderes pro vida recordaron que detrás de la industria del aborto está el control natal, la formación de una raza superior a través de la eliminación de fetos con malformaciones, y la venta de tejidos de los bebés abortados.
La manifestación partió de la Catedral de Brasilia a la Plaza de los Tres Poderes. Fue convocada por más de trece organizaciones, entre movimientos sociales y grupos parlamentarios.