El Profesor del Departamento de Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra, José López Guzmán, afirmó que los farmacéuticos pueden alegar “razones científicas” para “no dispensar la píldora del día después”, un derecho respaldado por la Ley de Garantías y el Código de Ética Farmacéutica y Deontología.
Durante su ponencia en el 5º Simposio de la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos, López Guzmán indicó que los profesionales pueden alegar “razones de ciencia”, que es la posibilidad de “cuestionar la conveniencia de determinados tratamientos, basándose en su competencia y cualificación técnica, sin recurrir a la objeción de conciencia”.
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“No puede existir un profesional si no tiene libertad de conciencia y responsabilidad por sus actos; si no se reconocen estos dos elementos el farmacéutico podría considerarse un técnico, pero no un profesional”, señaló.
El experto recordó que la píldora del día siguiente actúa en la mayoría de los casos como un abortivo, pues impide la implantación del óvulo fecundado.
Con respecto a su uso por menores de 16 años, López Guzmán advirtió que “no hay estudios representativas” que demuestren que su utilización sea segura, pues los datos disponibles “son muy limitados”.
En ese sentido, advirtió que los efectos adversos más graves de esta píldora se producen “ante la insuficiencia hepática, que precisa control médico”. Asimismo, señaló, “aumenta el riesgo de cáncer de hígado y páncreas, produce náuseas y vómitos”.