Francis Beckwith renunció esta semana a su cargo de Presidente de la Sociedad Teológica Evangélica (ETS). El motivo: regresó a la Iglesia la Católica en la que creció y que abandonó para abrazar el protestantismo.
Según sostiene en un blog, “no creo que sea posible que la ETS conduzca su negocio y sus asuntos de forma que impulse el Evangelio de Cristo, mientras yo sea su presidente. Por ello, desde el 5 de mayo renuncio al cargo de presidente de la ETS y miembro de su comité ejecutivo”.
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Beckwith relata que comenzó su regreso a la fe en la que creció, cuando decidió leer a algunos obispos y teólogos de los primeros siglos de la Iglesia. “En enero, por sugerencia de un amigo querido, comencé a leer a los Padres de la Iglesia así como algunos trabajos más sofisticados sobre la justificación en autores católicos. Me empecé a convencer que la Iglesia primitiva es más católica que protestante y que la visión católica de la justificación, correctamente comprendida, es bíblica e históricamente defendible”.
El experto estaba dispuesto a regresar a la Iglesia Católica cuando terminara su servicio como presidente en noviembre del próximo año. Sin embargo, su sobrino de 16 años le pidió ser su padrino de confirmación el próximo 13 de mayo y por eso reconsideró su decisión.
Según Beckwith, “no podía decir ‘no’ a mi sobrino querido, que acredita la renovación de su fe en Cristo a nuestras conversaciones y correspondencia. Pero para hacerlo, debo estar en total comunión con la Iglesia. Por eso, el 28 de abril pasado he recibido el sacramento de la Confesión”.
Beckwith espera que su partida permita a la Sociedad Teológica Evangélica estudiar la tradición de la Iglesia en una forma que no sería posible con él de presidente.
“Hay una conversación que debe realizarse en la ETS, una conversación sobre la relación entre Evangelismo y lo que se llama ‘Gran Tradición’, una tradición desde la cual todos los cristianos pueden trazar su paternidad espiritual y eclesiástica. Es una conversación que yo recibo con agrado, y en la espero ser participante. Pero mi presencia en la ETS como presidente, he concluido, disminuye las posibilidades de que ocurra esta conversación. Solo exacerbaría la desunión entre cristianos que necesita ser remediada”.
El ex presidente también enfatizó su agradecimiento a la ETS. “Su tenaz defensa y práctica de la ortodoxia cristiana es que ha sostenido y nutrido a quienes hemos encontrado nuestro camino de regreso a la Iglesia de nuestra juventud”.