Uno de los autores más polémicos y libertinos de los años 80s’ por su tratamiento de temas como la homosexualidad, el italiano Pier Vittorio Tondelli, volvió al seno de la Iglesia poco antes de morir a causa del SIDA.
Según informa el diario español La Razón, Tondelli, quien se declaraba abiertamente homosexual, nació en la ciudad italiana de Correggio en 1955. Según Antonio Spadaro, el jesuita que ha estudiado con mayor profundidad la obra de Tondelli, sus propias lecturas de literatura mística y otros libros religiosos influyeron en toda su producción. Por ejemplo, el protagonista de su libro "Habitaciones separadas", Leo, "busca en la librería, automáticamente, la Biblia".
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Para Tondelli, era fascinante leer los libros de la gran corriente mística judía, la imitación de Cristo, los místicos medievales como Santa Teresa de Lisieux. "Me fascina poder hojearlos, buscar, leer historias, la idea de la santidad. Es, de algún modo, como una manera de permanecer, aunque siempre unidos al sentido de una búsqueda tan larga como la propia vida", escribió.
En 1989, el escritor italiano afirmó que "todo aquel que ha crecido en el seno de una religión tiene una religiosidad propia. Yo siempre he buscado no tanto hacer un discurso sobre la fe católica, sino expresar lo que es mi religiosidad -sin duda en el seno del cristianismo- que busca o que pone en tela de juicio sus propias posiciones, sobre todo en la confrontación con otros autores".
Al hablar, ya convertido, sobre la castidad, Tondelli señaló que ésta es "una virtud mística para todos aquellos que la han elegido, y quizá el uso más sobrehumano de la sexualidad" y consideró que "quien ama a la vida no es el libertino, sino el monje, porque este último busca el absoluto".
Pocos días antes de morir, Tondelli leía la Carta de San Pablo a los Corintios en la que escribió, con la mano temblorosa y con algunos problemas de vista, algunas anotaciones como: "la literatura no salva, nunca. Solo salva el Amor, la fe y la recaída de la Gracia".