El Presidente de la Comisión de Familia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, denunció que los legisladores de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), que despenalizaron el aborto, han convertido al útero, "que debiera ser el lugar más seguro para la vida", en "el lugar más peligroso" para el no nacido.
"De un plumazo se redefinió el aborto como ‘la interrupción del embarazo después de la décimo segunda semana de gestación’. Demasiado fácil se define que si se interrumpe el embarazo antes de ese tiempo, no hay aborto. Invito a usted a observar fotografías o videos de una ‘interrupción del embarazo’ que ya tenga doce semanas de gestación: las imágenes son elocuentes, no se interrumpe el desarrollo de un gusanito o de una ranita, sino de un ser humano", expresó el también Obispo de Tehuacán.
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A través de un mensaje emitido hoy, Mons. Aguilar Martínez dijo que si bien no se manda a la gente a abortar, la ley aprobada "abre una puerta muy ancha de permisividad" que provocará, especialmente en los jóvenes, un "mayor número de relaciones sexuales buscando la satisfacción del placer sin la responsabilidad de la procreación".
En el texto, el Prelado explicó el proceso de crecimiento del no nacido hasta la duodécima semana de gestación, plazo establecido en la ley para abortar. En ese tiempo, señaló, ya "la mayor parte de los órganos están completamente formados; (el niño) puede patear, doblar el pie, mover los dedos, cerrar el puño, voltear la cabeza, abrir la boca, apretar los labios".
"No pretendo detenerme más en hacer ver lo insensato de la ley aprobada, con todo y que se argumente que así México entra al nivel de los países dizque desarrollados; prefiero invitar a usted a contemplar con fascinación lo maravillosa que es la vida humana desde su inicio", expresó.
En ese sentido, llamó a los mexicanos a colaborar responsablemente con la obra creadora de Dios a través de "hijos engendrados y educados en la atmósfera de una relación estable y madura, fundamentada en el matrimonio sacramento". Mons. Aguilar pidió también "por quienes están planeando un aborto" y por quienes "anhelan ardientemente un nuevo hijo".
No podrán cambiar la ley de Dios
Por su parte, el Arzobispo de Hermosillo, Mons. Ulises Macías Salcedo, declaró a un medio local que la despenalización del aborto en México DF no quiere decir que ya no hay delito civil que castigar, pues el aborto es un crimen que, como "lo dijo la Madre Teresa (...), acaba con dos vidas: la del inocente y la conciencia de la madre", que quedará perturbada por siempre.
"Me duele que suceda esto en pleno siglo XXI, porque no esperábamos que salieran ganando los votantes en contra de la vida y a favor del aborto. Pero una cosa sí digo: aunque intenten cambiar esto, la ley de Dios sigue siendo la que impera en la conciencia de la gente", afirmó el Prelado luego de participar en la ordenación episcopal del primer Obispo de Ensenada, Mons. Sigifredo Noriega Barceló.
El mensaje completo de Mons. Aguilar se encuentra en http://www.cem.org.mx/prensa/diocesis/2007/abril/RAM070426.htm