En conferencia de prensa se presentó hoy en la Sala Stampa de la Santa Sede la 13° sesión plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, que se celebrará en el Vaticano del 27 de abril al 1 de mayo cuyo núcleo de reflexión será la encíclica Deus Caritas est escrita por Benedicto XVI y cuyo tema es "Caridad y justicia en las relaciones entre pueblos y naciones".
Tras denunciar los flagelos del terrorismo y la guerra, la nota emitida por la Pontificia Academia indica que la encíclica Deus caritas est, “nos recuerda que la virtud teológica y humana de la caridad debe presidir toda la enseñanza social y toda la obra social de la Iglesia y de sus miembros".
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"Este es el motivo por el cual Deus caritas est se considera en parte y justamente como una encíclica social. Es el amor quien determina la atención de la Iglesia por los necesitados, el trabajo de laicos y laicas por la paz y la justicia en la esfera secular y la levadura de la Iglesia en la sociedad", señala.
"Si a veces se tiene la convicción de que buscar la caridad y la justicia a nivel internacional es muy importante para la sociedad contemporánea, al mismo tiempo existen signos de que estamos trabajando en sentido contrario", anota.
En este sentido, se enumera algunos "signos preocupantes de los tiempos", como "el resurgir del nacionalismo", "los signos de convergencia económica y social entre países desarrollados y en desarrollo, que se limitan únicamente a unas pocas naciones de esta última categoría", prosigue el comunicado.
El texto precisa que también son "señales preocupantes" que "la incidencia de la pobreza y de la pobreza extrema siga siendo muy elevada". Asimismo, instituciones como la ONU, la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, "dan señales de debilidad y de cansancio" por lo que se pone en duda que los objetivos del Milenio de reducir la pobreza mundial a la mitad para el año 2015, se alcance.
Otro de los temas para la reunión es el de la "ayuda insuficiente respecto al objetivo de destinar el 0,7% del PIB de los países desarrollados para ayudas internacionales. Además esta ayuda se ha distribuido a menudo de modo ineficaz".