La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) reafirmó la necesidad de que en la nueva Constitución que apruebe la Asamblea Constituyente, se protejan los derechos fundamentales a la vida, la libertad religiosa, a la libre elección de la educación de los hijos; así como dejar claro que la familia se funda en el matrimonio entre varón y mujer.

"Una vez más queremos recalcar la necesidad de plasmar con claridad y firmeza en la nueva Constitución los derechos fundamentales que aseguran el bien común", expresó la CEB al término de su 84º Asamblea Plenaria.

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En el texto titulado "Cristo resucitado, esperanza nuestra", los obispos bolivianos expresaron que "ningún país tiene futuro" si la convivencia "no se fundamenta sobre los valores morales y sociales de la verdad, la libertad, la justicia, la honestidad, el diálogo y la solidaridad".

En ese sentido, afirmaron que promover "la dignidad humana implica la afirmación del inviolable derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural". Asimismo, defendieron la familia "basada en el matrimonio entre un varón y una mujer", pues "una sociedad construida sobre la familia es la mejor garantía contra toda tendencia de tipo individualista o colectivista".

Sobre el derecho a la educación, recordaron que "es un bien público y no un instrumento o propiedad de algunos". Los padres, indicaron, "son los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos" y tienen el derecho a elegir la formación de acuerdo a sus creencias, valores, cultura y legítimas aspiraciones.

Asamblea Constituyente

El Episcopado afirmó que la Asamblea Constituyente "es la gran oportunidad para establecer las bases de una nueva Bolivia". Sin embargo, advirtió, "la confianza que el pueblo depositó al inicio de la Asamblea Constituyente se ha ido perdiendo a medida que iba pasando el tiempo".

"Los enfrentamientos y la poca eficiencia han sembrado dudas en diversos sectores sociales de que pueda culminar felizmente un acontecimiento de tanta trascendencia para el futuro del país. Los constituyentes tienen la grave responsabilidad de superar las tensiones y trabajar en un clima de apertura, diálogo, respeto y unidad, llevando a cabo la tarea que se les ha encomendado", señalaron los obispos.

Finalmente, la CEB expresó que "ante la complejidad de los problemas que vive el país", sigue "apostando por cambios profundos y alentamos la esperanza del pueblo".

"Queremos ser una Iglesia Pascual, que acompaña con espíritu solidario y al mismo tiempo crítico, todos los cambios sociales, políticos y culturales. Iglesia cercana a todos para que nuestras vidas sean testimonio de la presencia del Señor en la historia de nuestro pueblo", señaló.

El texto completo se encuentra en http://www.iglesia.org.bo/sitio/informaciones/index_noticia.php?id=333