En una carta dirigida a los obispos mexicanos y dada a conocer este viernes, el Papa Benedicto XVI expresó su preocupación por el proyecto legislativo que pretende despenalizar el aborto en el Distrito Federal e hizo un llamado a esta nación a “proteger y defender con firme decisión el derecho a la vida de todo ser humano desde el primer instante de su concepción”.
El Santo Padre “se une a la Iglesia en México y a tantas personas de buena voluntad, preocupadas ante un proyecto de ley, del Distrito Federal, que amenaza la vida del niño por nacer”, señala la misiva firmada por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, dirigida a los obispos reunidos en la 83º Asamblea General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
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"En este tiempo pascual, con la resurrección de Cristo estamos celebrando el triunfo de la vida sobre la muerte. Este gran don nos impulsa a proteger y defender con firme decisión el derecho a la vida de todo ser humano desde el primer instante de su concepción, frente a cualquier manifestación de la cultura de la muerte", señala la carta dada a conocer en México por el Presidente de la CEM, Mons. Carlos Aguiar Retes.
Finalmente, el Pontífice "encomienda a la maternal intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe a todos los hijos e hijas de esa querida nación".
La intervención papal se dio a conocer luego que las comisiones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobaran ayer en la noche por una amplia mayoría un dictamen legislativo que liberalizaría el aborto durante las doce primeras semanas de gestación.
Este martes 24 de abril el pleno legislativo votará esta propuesta que, además, pretende reducir las penas contra las mujeres que aborten una vez concluido ese periodo.
Llamado de los obispos
Tras esta muestra contundente de apoyo del Santo Padre a la causa por la vida en México, la Asamblea General de la CEM lanzó un llamado a hombres y mujeres, "profesen la religión católica o no", de no apoyar las propuestas que favorezcan acciones contra la vida como el aborto y la eutanasia.
En una carta pública dirigida a los ciudadanos mexicanos, el episcopado recuerda que el aborto "es un desorden moral grave" y subraya que ninguna ley podrá jamás hacer lícito un acto que es intrínsecamente ilícito.
"Una obligación primaria del Estado –señalan los obispos– consiste en velar y defender el derecho natural de todo ser humano a la vida y a la integridad física desde la concepción hasta la muerte. Si una ley positiva priva a una categoría de seres humanos de la protección que el ordenamiento civil les debe, el Estado niega la igualdad de todos ante la ley”.
"Cuando el Estado no pone su poder al servicio de los derechos de todo ciudadano, y particularmente de quien es más débil, se quebrantan los fundamentos mismos del estado de derecho", señalan los pastores.
"Debe constar con toda claridad que el aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es un desorden moral grave, en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente", indican.