El Arzobispo de Toledo y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio Cañizares, mostró hoy de nuevo su oposición a la asignatura de Educación para la Ciudadanía prevista por la Ley Orgánica de Educación (LOE) para el próximo curso y añadió que “nos jugamos mucho ante todas estas ideologías que pretenden arrancar del corazón del hombre la visión del Dios creador”.
En la inauguración de una jornada organizada a instancias del Arzobispado de Toledo para analizar la asignatura Educación para la Ciudadanía, el Cardenal advirtió que esta es una cuestión “tan nuclear” y “que tanto afecta al hoy y al futuro de nuestra sociedad” que es preciso reflexionar sobre esta materia educativa cuyo “espíritu alienta por toda la nueva ley”
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El Purpurado arremetió contra la “visión que se pretende imponer también en toda la sociedad y el mundo” a través de esta asignatura que “impone un relativismo moral e ideológico de género” que “reclama reflexión responsable y comprometida”.
En su opinión, la “alarma social” que ha provocado “con toda la razón” esta asignatura obliga a “tener los conceptos claros” desde el punto de vista social, moral y antropológico, ya que “son muchos aspectos los implicados”.
'Educación para la Ciudadanía –agregó– no es un tema u otro dentro de la materia, es la visión del hombre ahí subyacente”, criticó, recordando que desde que apareció el primer borrador de la LOE tanto el Comité Ejecutivo como la Comisión Permanente de la CEE ha manifestado su preocupación.
El Cardenal advirtió que esta asignatura está llamada a configurar “de manera muy firme la mente de las nuevas generaciones si no se ejecutan los derechos que los padres y profesores tienen”ante esta nueva materia que supone “una configuración de la persona y la sociedad”.
Máxima gravedad
Tras la apertura de la jornada a cargo del Cardenal, abrió el turno de intervenciones el Presidente de Profesionales por la Ética, Jaime Urcelay, quien recalcó que éste es un asunto de “máxima gravedad” que ha sido objeto de “polémica, controversia y alarma social” desde el 2004.
A su juicio, Educación para la Ciudadanía se ha convertido en una “cuestión grave y política” con la que “se viene a irrumpir en la sociedad española” en un “momento delicado” en el que sigue sin resolverse el tema de la libertad de educación y en el que asistimos a una “crisis de identidad profunda de autoridad en los centros” educativos por parte de los profesores.