La verificación de los ciudadanos polacos entre los años 1944 y 1990 coludidos con el servicio secreto comunista "hace visible pero difícil una fragmentaria verdad sobre el tiempo pasado", "le hace mal a muchas personas y contribuye a la desintegración de muchos ambientes y de la sociedad entera", afirmó el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz.
Según informa la agencia italiana SIR, al comentar la norma que exige esta medida y que entró en vigor el pasado 15 de marzo, el Purpurado indicó que es "un doloroso legado del régimen comunista" que muestra "los tratos y las debilidades de las víctimas del sistema, con frecuencia inconscientes" y al mismo tiempo "la perfidia de los enemigos de la nación y la Iglesia".
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SIR también precisa que la ley obliga a quienes colaboraron con el régimen hasta antes del 1 agosto 1972, a que declaren hasta el 15 de mayo cuánto tiempo colaboraron con los servicios secretos y de qué modo lo hicieron. El IPN (Instituto de Memoria Nacional) es el ente encargado de verificar la veracidad de las casi 700 mil declaraciones que debe recabar.