El Arzobispo de Tegucigalpa, Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, señaló que los seguidores de la secta Creciendo en Gracia son personas que "no tienen su fe muy arraigada y dejan llevar por leyendas", y que necesitan conocer "la palabra de Dios para que puedan orientar sus vidas".
"Sus seguidores no están bien en su juicio, son seres humanos con problemas mentales y débiles espirituales", señaló el Prelado a una emisora local. Por su parte, el Obispo de Santa Rosa de Copán, Mons. Luis Alfonso Santos, afirmó que el líder de la secta, José Luis de Jesús Miranda, "es un mentiroso y estafador".
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Mons. Santos también calificó de "ignorantes y arrogantes" a los miembros de la secta por tatuarse el 666, que "es el signo de la bestia y torna indigno a quien lo lleva". "Su filosofía es contradictoria porque asegura que el pecado no existe, que las personas deben vivir a su antojo y no en el marco de la ley de Dios. Pero el pecado sí existe y por eso murió Jesús en la cruz", expresó.
Por otro lado, el Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, apoyó la decisión del Presidente Tony Saca de no permitir el ingreso de Miranda al país, porque "es justo que las autoridades de un país defiendan los sentimientos cristianos y humanos y religiosos del pueblo; y cuando se da una cosa negativa, se dé el paro correspondiente".
"Hay cosas que van contra el respeto de las creencias de los demás que no pueden consentirse", señaló.
Miranda, que se autoproclama Anticristo y Jesucristo Hombre, amenazó al mandatario salvadoreño, afirmando que su negativa de dejarlo entrar traerá un "terremoto" al país. "Él no es dueño de los salvadoreños, ese país es mío", dijo en un video publicado en Internet, sin especificar la fecha en que cumpliría su amenaza.