La hermana Marie Simon Pierre, la religiosa francesa que se curó del Parkinson tras rezar junto con su comunidad pidiendo la intercesión del Siervo de Dios Juan Pablo II, cuyo caso es estudiado para la beatificación del recordado Pontífice, dijo que "con la fe todo es posible", al hablar de su repentina curación.

En entrevista concedida a Radio Vaticano, la religiosa comentó que "las palabras no son lo suficientemente fuertes para decir lo que realmente ha pasado. Seguramente es una gran gracia. He sentido una gran paz interior, algo que me ha recorrido todo el cuerpo, una especie de ligereza, me sentía ligera, distinta, totalmente otra. Momentos después he sentido una atracción hacia la adoración del Santísimo. Como religiosa, tenía ya la práctica de la adoración y la Eucaristía cotidiana. Ha sido un momento fuerte. Ha sido en realidad en medio de la noche cuando he sentido la necesidad de ir a rezar frente al Santísimo Sacramento".

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Al comentar la experiencia de haber rezado con toda su comunidad pidiendo la intercesión del recordado Pontífice, la hermana señaló que "todas mis pequeñas hermanas rezaban, era la Congregación entera la que oraba. Por tanto, éramos parte de la comunión de los santos, con todos aquellos que están en el Cielo".

"La nuestra es una Congregación al servicio de la vida y la familia; Juan Pablo II siempre ha defendido el valor de la vida, siempre lo ha proclamado en todo el mundo, y nosotros estamos al servicio de la vida, de la familia, de la vida naciente. Yo estaba enferma de la misma enfermedad de Juan Pablo II, el Parkinson", añadió la hermana.

Al hablar de los cambios que ha experimentado en su vida espiritual, la religiosa francesa indicó que "mi vida interior, mi vida de oración es diferente. ¡En qué modo, es difícil de explicar! Para mí están la Eucaristía, la adoración: en mi vida estaban primero, pero ahora siento un llamado más fuerte todavía. Antes ya amaba a María, y ahora María es para mí más importante. También Juan Pablo II era muy cercano a María".

"Estaba enferma y ahora estoy curada. Eso es todo. Es cierto que ahora en Roma tienen que estudiar el expediente y deberán decir si la curación puede atribuirse a un milagro. Por el momento lo que puedo decir es que estaba enferma y ahora estoy curada. Nada es imposible para Dios. Creo que debo decirlo: Con la fe todo es posible y todo está en las manos del Padre, finalizó.