Durante su programa radial “Diálogos de Fe” y en el marco de las agresiones lanzadas por algunos funcionarios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), el Cardinal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, destacó que, como Sucesor de los Apóstoles, tiene la misión de guiar al Pueblo de Dios.
Aunque sin hacer referencia directa a las tensiones producidas al interior de la Iglesia por las resistencias inexplicables de las autoridades de la PUCP a rendir cuentas del uso del dinero recibido por un legendario donante católico, el Cardenal Cipriani aprovechó el programa “Diálogos de fe” para explicar las palabras pronunciadas el pasado miércoles por el Papa Benedicto XVI en referencia al papel de los Pastores y Obispos dentro de la Iglesia.
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El Arzobispo de Lima recordó que él se encontraba en tal función no por voluntad propia, sino por una decisión tomada por el Santo Padre en nombre de Jesucristo.
“Esta es la realidad del misterio de la Iglesia; no son ni dogmatismos, ni intolerancias. La cabeza, el Pastor o el hombre de fe que está al frente de la Arquidiócesis no es una dignidad que le pertenece a Juan Luis Cipriani, es la dignidad que Dios le confiere como Pastor y Padre de la Arquidiócesis”, explicó el Purpurado.
El Cardenal recordó la doctrina de San Pablo sobre la Iglesia como un cuerpo, y recordó la importancia de que cada parte desempeñe su función en el lugar asignado por Dios, “porque de esa manera vivimos la plena armonía al interior de la Iglesia”.
“La sencillez de corazón facilita que haya entendimiento, unidad y un verdadero amor, que permite unir al Pastor y al Pueblo de Dios, haciendo que la Iglesia Católica brille como una propuesta al mundo para caminar en la esperanza, la comprensión y la reconciliación”.
El Cardenal Cipriani insistió en la verdadera función del Obispo, y recordó que las decisiones que el Pastor toma no deben ser interpretadas en clave política.
“Sé que a algunos les gustaría y permanentemente tratan de presentarme así; pero yo no soy un político, tengo una responsabilidad como Pastor de conducir al Pueblo de Dios”, agregó.
Como Pastor “estoy alerta para que se respete la dignidad de cada uno de los fieles en el ámbito público, y para velar por la verdad de todo lo que se dice; pero no soy un político. Y hay algunos que quieren que lo sea, para así disolver la autoridad moral que tiene un Obispo en su Arquidiócesis”.
“Mi papel y responsabilidades como Obispo no las dictan ni los periodistas, ni los políticos ni los jueces; sino Dios y el Santo Padre”, explicó el Cardenal; quien finalmente agradeció “al Pueblo de Dios en Lima, que me trata con un cariño y una cercanía a la que nunca me acostumbro”.
“No tengo motivos más que de agradecimiento y de deseos de ganar en humildad para procurar seguir siendo, en épocas difíciles, ese Pastor y ese Padre con el corazón abierto para todos”, agregó.
Finalmente, el Purpurado lamentó la falta de tolerancia de algunos funcionarios de la PUCP, que han agredido verbalmente al Ingeniero Walter Muñoz, tesorero de la Junta de Administración de la herencia de Riva Agüero, que permitió la fundación de la Universidad Católica.
El Cardenal Cipriani expresó su respeto y agradecimiento al Ing. Muñoz, “quien ha sido maltratado y tratado de una forma maleducada en los últimos días”.
“Desde aquí mi bendición y mi cariño a ese colaborador que simplemente ha pedido un derecho por el camino establecido, y el que no esté de acuerdo entiendo que discrepe, pero no se puede decir que se es tolerante tolera cuando se insulta”.
Finalmente, el Cardenal Cipriani manifestó que el inicio de la Semana Santa es una buena ocasión “para el arrepentimiento, el deseo de cambiar, y por lo tanto, de hacer un propósito verdadero de enmendar nuestra vida”.