El diario francés Le Figaro informó hoy que la religiosa curada milagrosamente del Parkinson que la aquejaba, por intercesión del Siervo de Dios Juan Pablo II, sería la hermana Marie-Simon-Pierre perteneciente a la Congregación de las Pequeñas Hermanas de las Maternidades Católicas.
Según el diario, la hermana Marie-Simon-Pierre es la religiosa francesa cuyo caso ha sido investigado en la primera fase del proceso que se sigue para la canonización del recordado Pontífice. Actualmente labora en una maternidad atendida por su comunidad.
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El 2 de abril, cuando se cumplan 2 años de la muerte del Papa peregrino y se clausure la fase diocesana del proceso de canonización en una ceremonia que se celebrará en Roma, la hermana Marie-Simon-Pierre, de 46 años de edad, estará presente junto con su superiora general.
De acuerdo a la agencia católica portuguesa Ecclesia, la religiosa daría una conferencia de prensa mañana junto con el Arzobispo de Aix-en-Provence; Mons. Claude Feidt.
Un llamado interior
"Sufría la enfermedad de Parkinson, diagnosticada en junio de 2001, que estaba localizada en la zona izquierda lo que me imposibilitaba muchas cosas, ya que soy zurda", así comienza la carta escrita por la hermana enviada al Vaticano diez meses después de su milagrosa curación.
"A partir del 2 de abril de 2005 (fecha del tránsito de Juan Pablo II), la enfermedad me golpeaba de semana en semana, me veía disminuida día a día, ya no podía escribir (...) y si lo hacía, lo hacía muy poco legible", explica la hermana Marie-Simon-Pierre.
En su emotiva carta, la hermana recuerda que con la muerte del recordado Pontífice "todo estaba como medido: Había perdido a un amigo, alguien que me comprendía y me daba fuerza para avanzar". "Me costaba mucho ver a Juan Pablo II en la televisión" que también sufría el mismo mal, pero admiraba "su fuerza y su coraje" que la estimulaban "a batirme y amar".
Seguidamente, la religiosa comenta cómo fue que sucedió el milagro ocurrido el 2 de junio: "Era más o menos las 21:30, 21:45. Sentía el deseo de tomar una pluma para escribir. Un poco como si alguien me dijera ‘toma un lapicero y escribe’". La hermana tomó un lapicero y escribió "Juan Pablo II". Para su sorpresa "la escritura era bastante legible" a diferencia de otras veces en que no se entendía prácticamente nada.
A la mañana siguiente, se levanta "estupefacta por haber dormido" y por sentir "que mi cuerpo no estaba más adolorido".
"Un llamado interior" la lleva frente al Santísimo Sacramento, en donde "una gran paz y una sensación de bienestar" la envuelven. Luego de la Misa de esa mañana, les cuenta a sus hermanas "que estoy convencida de haber sido curada" y deja su tratamiento.
El 7 de junio la hermana Marie-Simon-Pierre, cuya identidad será definida oficialmente este fin de semana por la diócesis de Aix-en-Provence, visitó al neurólogo que la atiende regularmente quien constató "con sorpresa la desaparición de todos los signos" del Parkinson.