Miles de fieles se dieron cita esta mañana en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI quien meditando sobre el misterio de la Anunciación resaltó que se trata de una fiesta cristológica pues celebra la Encarnación de Cristo.
“La Anunciación es un hecho humilde, escondido, pero al mismo tiempo decisivo para la historia de la humanidad”, dijo el Pontífice.
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Más adelante el Papa agregó que “el ‘si’ de María es el reflejo perfecto de Cristo mismo cuando entró en el mundo” pues “la obediencia del Hijo se refleja en la obediencia de la Madre y así, por el encuentro de ambos ‘si’ Dios ha podido asumir un rostro humano”.
“Es este el motivo por el cual la Anunciación es también una fiesta cristológica, pues celebra un misterio central de Cristo: su Encarnación”, continuó.
Asimismo recordó que “el ‘Sí’ de Jesús y de María se renueva en el ‘Sí’ de los santos, especialmente de los mártires, que son asesinados a causa del Evangelio”, pues “los misioneros mártires son ‘esperanza para el mundo’ porque testimonian que el amor de Cristo es más fuerte que la violencia y que el odio”.
Liturgia penitencial con jóvenes de Roma
Durante los tradicionales saludos después de la oración mariana, el Santo Padre invitó a los jóvenes de la diócesis de Roma a participar en una Liturgia Penitencial este jueves por la tarde en la Basílica de San Pedro como preparación a la 22º Jornada Mundial de la Juventud.
“El próximo domingo celebraremos la solemne y sugestiva Liturgia del Domingo de Ramos, con la cual se inicia la Semana Santa. En tal circunstancia se realizará la 22º Jornada Mundial de la Juventud, que este año tiene por tema el mandamiento de Jesús: ‘Como yo los he amado, así también ámense ustedes los unos a los otros’ (Jn 13, 34)”, dijo el Papa en italiano
“Para prepararse a esta cita y a la celebración a la Pascua, invito a los jóvenes de la Diócesis de Roma a una Liturgia Penitencial, que presidiré en la tarde del jueves 29 de marzo, en la Basílica de San Pedro. Para aquellos que así lo deseen habrá la posibilidad de acercarse al Sacramento de la Confesión, verdadero encuentro con el amor de Dios, del cual todo hombre tiene necesidad para vivir en la alegría y en la paz”, concluyó.