Tras la respuesta de la Pontificia Academia para la Vida a los medios italianos pidiendo corrección en la información y respeto a la libertad de expresión, el Presidente de este organismo vaticano, Mons. Elio Sgreccia, recordó que la objeción de conciencia para defender la vida "es un derecho de todo católico, un deber de todo católico y una contribución al crecimiento de la sociedad".
En entrevista concedida a Radio Vaticano, el Prelado salió así al paso de algunas acusaciones que hicieran en días pasados algunos medios italianos que acusaron a la Pontificia Academia de atentar contra la soberanía del Estado cuando resaltó la necesidad de la objeción de conciencia en relación al derecho a la vida, tema de su última Asamblea General.
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Para Mons. Sgreccia, "defender la vida humana es un derecho-deber, es un beneficio, un bien para la sociedad. El laico católico tiene que escuchar este llamado, como es obvio para un católico de recta conciencia, por lo que debe conocer también las modalidades en cada nación para hacer valer la propia libertad de conciencia".
"No hay ninguna instigación, no hay ningún forzar, no es ninguna dictadura de órdenes de carácter jurídico. Tenemos nuestras razones, hemos expresado los motivos y las argumentaciones como se hace en un estudio, a menos que esté prohibido pensar y defender nuestras convicciones", añadió.
Todavía refiriéndose a la acusación de atentar contra la soberanía del Estado que hicieran algunos medios, el Prelado dijo que "es todo lo contrario: es una toma de conciencia a favor de la libertad de conciencia. También los católicos tienen el derecho de expresar lo que sienten, viven y sufren en su conciencia y a expresarlo para beneficio de todas las naciones en donde viven, incluso en los lugares en donde esta toma de conciencia contrasta con la praxis, las costumbres o la cultura".
Seguidamente, el Prelado italiano destacó la necesidad de "favorecer la vida de todos porque salvar la vida es un acto de paz en el mundo. La conciencia de los creyentes debe ser la primera en levantar su voz con todo respeto por los otros, para defender la vida de los inocentes".
A la pregunta que le hicieran sobre si existen grupos que obstaculizan la defensa de la vida, Mons Sgreccia respondió que "indudablemente hay intereses económicos o visiones culturales que exasperan simplemente la libertad de acción, de comportamiento, sin darse cuenta de que toda libertad humana comporta una responsabilidad y un límite en el respeto de la vida de otros. Hay por tanto corrientes culturales que tienen visiones que no son plenamente humanas en cuanto al derecho a la vida".