El Obispo de Hong Kong, Cardenal Joseph Zen, quien se ha convertido en el principal interlocutor entre China y la Santa Sede, ha declarado que es "poco probable" que la carta abierta que el Papa Benedicto XVI prevé escribir a la comunidad católica china incluya una concesión con respecto a los tradicionales derechos de la Iglesia.
En una entrevista publicada por el rotativo hongkonés South China Morning Post, el Purpurado afirma que la intención principal de esta misiva es aclarar temas pastorales que están comprometiendo a la Iglesia en China (en el país conviven la Iglesia clandestina, fiel a Roma, y la Asociación Católica Patriótica, que sigue los dictados de Beijing), y no analizar el estado de las relaciones diplomáticas.
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"Se centrará en asuntos pastorales más que en la diplomacia, ya que la misiva no va dirigida al Gobierno chino, sino a los fieles en China. La preocupación del Papa no es la diplomacia, sino la propagación de la fe", aseguró el Cardenal.
"Más que crear problemas, la carta los resolverá. Pero si Beijing cree que la Santa Sede va a realizar un gran compromiso, me temo que se sentirán decepcionados", añadió.
A pesar de que, según el Cardenal Zen, la carta no abordará temas diplomáticos, el Purpurado comentó que es probable que Benedicto XVI insista en su prerrogativa para designar a los obispos de su Iglesia en cualquier lugar del mundo, China incluida. Éste es uno de los principales puntos de enfrentamiento entre Roma y Beijing, ya que los chinos no aceptan ninguna autoridad superior a la suya dentro de su territorio.
"Creo que mencionará que, aunque se llevarán a cabo las conversaciones sobre los candidatos a obispos con el Gobierno chino, el Papa tiene el derecho último de nombrar a los obispos. Beijing necesita entender que la Iglesia tiene un límite. Es un asunto religioso que no herirá al orgullo chino", dijo.
La carta, según el Cardenal Zen, todavía se está perfilando y llegará a China pasada Semana Santa. Se publicará en chino, inglés e italiano.