En la Audiencia General de hoy celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI presentó a San Justino, filósofo, apologista y mártir del siglo II, resaltando que su opción por la verdad contra el mito es una lección que no hay que olvidar en estos tiempos caracterizados por el relativismo respecto a los valores, la religión y el diálogo interreligioso.
La opción de Justino y de los otros apologistas "fue la de la verdad del ser contra el mito de la costumbre" y " en una época como la nuestra, caracterizada por el relativismo en la discusión sobre los valores y sobre la religión, al igual que en el diálogo interreligioso, es una lección que no hay que olvidar", dijo el Papa en su catequesis dedicada al “más importante de los padres apologistas del siglo segundo”.
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Ante 25 mil personas, el Santo Padre explicó que San Justino, nacido en torno al año 100 en Samaria, estudió la filosofía griega "en búsqueda de la verdad", antes de convertirse a la fe cristiana tras el encuentro con un anciano que le habló de la "incapacidad del ser humano para satisfacer sólo con sus propias fuerzas la aspiración a lo divino". Después "le indicó en los antiguos profetas el camino de Dios y la verdadera filosofía", exhortándolo al final a la oración para que se le abrieran "las puertas de la luz".
Tras su conversión, Justino fundó una escuela en Roma donde enseñaba gratuitamente la nueva religión a sus alumnos. Denunciado por ese motivo, fue decapitado bajo Marco Aurelio.
En sus obras, dijo el Pontífice, "Justino demuestra cómo el proyecto divino de creación y salvación se cumple en Jesucristo, que es el Logos, el Verbo de Dios. Toda persona, creada como ser racional, participa del Logos, que lleva en germen y puede por tanto percibir la luz de la verdad".
De ahí que "el Logos, revelado como figura profética a los judíos en la Ley mosaica –subrayó el Papa– se manifestase también, parcialmente, como en "semillas de verdad" a los griegos. Y dado que el cristianismo es la manifestación histórica y personal del Logos en su totalidad, "todo lo bello expresado por cualquier persona, es pertenencia de los cristianos".
Justino, convencido de que la filosofía griega tiende hacia Cristo, "cree que los cristianos pueden servirse de ella con confianza" y en conjunto, la figura y la obra del apologista "señalan la decidida opción de la Iglesia antigua en favor de la filosofía, en vez de a favor de la religión de los paganos", con la que los primeros cristianos "rechazaron con fuerza cualquier compromiso".
De hecho, prosiguió el Papa, "la religión pagana no seguía los caminos del Logos, sino que se obstinaba en recorrer los del mito, aunque la filosofía griega lo considerase carente de consistencia en la realidad. Por eso, el ocaso de la religión pagana era inevitable: era la consecuencia lógica del desprendimiento de la religión, reducida a un artificioso conjunto de ceremonias y costumbres de la verdad del ser".
Contra la tuberculosis
Al final de la catequesis el Papa recordó que el próximo 24 de marzo se celebra el Día Mundial para la lucha contra la tuberculosis. "Que esa fecha favorezca una responsabilidad más grande en la cura de esa enfermedad y una solidaridad cada vez más intensa para con los que la padecen. Invoco para ellos y sus familias el consuelo del Señor, mientras aliento las múltiples iniciativas de asistencia promovidas por la Iglesia en este ámbito", indicó.