Al lamentar el incremento de accidentes viales en Argentina, el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, señaló que éstos no son un problema meramente técnico, sino moral, que tiene que ver con la responsabilidad de todos los argentinos.
"Los accidentes constituyen un problema moral, algo que tiene que ver con nuestra libertad y nuestra responsabilidad, más allá de que se suela decir que el problema pasa por el estado de las rutas, la falta de vigilancia adecuada o la grave carencia de educación vial de los conductores", indicó el Prelado en su habitual programa televisivo "Claves para un Mundo Mejor".
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Tras definirlo como un problema "profundo y múltiple", Mons. Aguer señaló que habría que hacer un análisis mas profundo de "la caracterología de los conductores y en el fondo de la problemática cultural y social de la Argentina, antes de adjudicar las responsabilidad de los accidentes a razones como la velocidad excesiva, la impericia de los conductores, los efectos del alcohol o del cansancio".
Agregó que "los argentinos tenemos un individualismo anárquico, un instinto de poder que lleva al uso prepotente de la libertad, una inclinación a la violencia. No es necesario que se choque, cualquier roce que llega a haber en una calle de la ciudad y enseguida ahí arde Troya".
El Arzobispo de La Plata también indicó que detrás de esta dolorosa realidad "hay una especie de extraño desprecio por la vida, porque en otros aspectos la vida es amada apasionadamente, como en el cuidado de la salud o en el culto del cuerpo".
Asimismo, cuestionó que "la observancia de las leyes de tránsito, aquí en la Argentina, parece ser algo que no tiene porque tener vigencia en nuestra conciencia y en nuestra libertad, porque esa restricción que uno acepta es la que nos ayuda a ser verdaderamente libres, prudentes y a respetar nuestra vida y la ajena".