MEXICO D.F. – La Conferencia Episcopal de México (CEM) expresó su absoluto rechazo a una “iniciativa de exterminio” a discutirse próximamente en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y que permite el aborto durante las primeras 14 semanas de gestación y abre la puerta para que médicos del sistema de salud usen la píldora abortiva RU-486 e hizo un llamado urgente a los legisladores y a todos los mexicanos a “reafirmar su compromiso con la vida”.
“Ante esta iniciativa de exterminio, como pastores, pero sobre todo como seres humanos, estamos obligados a alzar la voz en favor de la vida de los más indefensos”, sostienen los obispos mexicanos en un comunicado firmado en nombre de todos ellos por el Presidente de la CEM, Mons. Carlos Aguiar Retes, y por su Secretario General, Mons. José Leopoldo González González.
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El Episcopado recuerda que “con la fecundación ha comenzado la aventura de una vida humana” y resalta que la ciencia confirma que “desde el primer instante queda fijado el programa de lo que será un ser humano individual, con sus notas características ya bien determinadas. Pero aun si hubiese duda sobre la cuestión de si el fruto de la concepción es ya una persona humana, es objetivamente un pecado grave el atreverse a afrontar el riesgo de un homicidio”.
El texto hace notar asimismo que la Constitución mexicana “consagra el respeto a la vida como fundamento de los demás derechos” y resalta que “el Estado tiene el deber de garantizar y favorecer el respeto a la vida de todo ser humano por ser un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación”.
Por ello, los prelados hacen “un llamado urgente a los legisladores, a los científicos y profesionales de la salud, y a todo el pueblo de México a reafirmar su compromiso con la vida” y recordaron que “la labor esencial de una sociedad justa e incluyente debe ser la protección de todo ser humano, desde su concepción hasta su muerte”.
Finalmente, hacen votos para que especialmente aquellos “que tienen bajo su responsabilidad hacer leyes más justas” contribuyan “decisivamente a promover el reconocimiento integral de los derechos humanos mediante la defensa de la vida”.